El fútbol modesto se ha caracterizado por defender el nombre de un pueblo sobre los terrenos de juego y, en su mayoría, con jugadores de la propia localidad. Al menos así fue antaño. Actualmente, de los 15 equipos de la provincia Castellón que compiten en el grupo I de Preferente, el más autóctono es el Vall de Uxó, puesto que el entrenador Poldi Sorribes tiene a su disposición a 15 futbolistas de ese municipio (entre los más destacados están David Martínez, Joel Sánchez o Álvaro Miquel).

El Burriana, un clásico del fútbol provincial, con 12, es el segundo que más confía en los jugadores de casa. Los de Ramón Llopis son otro buen ejemplo de la apuesta por la cantera y además están arriba en la clasificación, empatados a puntos en la promoción. Postin Barrachina o Rubén Fonte son algunos de los hombres con más peso dentro de esa plantilla.

El Benicarló también tiene una gran legión de jugadores del municipio, pues hasta nueve futbolistas defienden el escudo de su pueblo cada fin de semana. San Pedro y Cabanes se suman a las escuadras que apuestan firmemente por el producto local. Los azules poseen hasta siete jugadores graueros, los mismos cabanyuts que cada fin de semana compiten con la elástica blanquinegra, a pesar de que su población apenas cuenta con 2.889 habitantes, lo que supone todo un orgullo para el pueblo.

La otra cara de la moneda la representan l’Alcora, con dos jugadores (los hermanos Albalat), y, en especial, el Sant Jordi. El conjunto que dirige Camilo Santos no cuenta con ningún jugador de la localidad del Baix Maestrat que, además, es la menos populosa del grupo I de Preferente, con 935 habitantes.