Se avecina otra batalla en la guerra por el fútbol español que libran desde hace meses el presidente de LaLiga, Javier Tebas, y el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, que anunció ayer la implantación de un nuevo modelo para la Supercopa de España con cuatro participantes, con semifinales y final a un partido el mismo fin de semana en una sede única fuera de España.

Previa aprobación necesaria de la asamblea general de la Liga, y entre la desaprobación de las primeras voces que han empezado a protestar, la intención de Rubiales es que el próximo verano se dispute el trofeo con el nuevo formato, entre los finalistas de Copa y los dos primeros de La Liga.

Javier Tebas, con la frustración del partido que no pudo llevar a Miami, fue crítico: «Es una nueva ocurrencia, que se toma sin saber los efectos que tiene y generando falsas expectativas», dijo.