Dos cámaras de Dorna TV estropearon la foto del año. La imagen por la que sus patrones hubiesen pagado miles de euros existe, pero entre cámaras poco discretos. Es esta. No hubo muchos fotógrafos que la captasen porque los chavales de Dorna TV pululaban por su territorio exclusivo, el corralito, y taparon la imagen del año, el mejor anuncio de este apasionante Mundial. Deberán conformarse con ver así, entre corpulentos cámaras de TV, cómo los diez dedos de Valentino Rossi estrujan los cinco apéndices del gas, de su sucesor.

Se quedaron solos en la pista tras fallar sus rivales. Y así apareció ante los 199.150 ojos que había en el Circuit el duelo soñado. Rossi quería recuperar lo perdido en Mugello ante un Márquez que ha decidido correr con la calculadora en la mano hasta que su Honda sea una Honda y no algo parecido. “Y si para ello me tengo que comer el orgullo, me lo como con patatas”, dijo Marc, ansioso por recuperar el título.

Cuando empezó el pulso, Márquez se desvivió, cierto, en apretar al Doctor, volar a su rebufo en la recta y hasta jugarse el tipo en alguna curva. Pero Rossi vuelve a ser Rossi y estuvo prodigioso. “No quería una última vuelta a cara de perro con Marc, no en su casa, que es la mía, pues he ganado 10 veces y por eso me escapé al final”, comentó Vale.

Se escapó porque Márquez lamió el asfalto, la caída dos veces. “La primera que salvé, utilizando mi codo izquierdo como palanca, mi moto estaba 65% inclinada”. “Y como no estaba fino, como las nubes que asomaban por Montserrat no llegaron a Montmeló y el calor no aflojó, decidí poner la calculadora en marcha”, dijo el de Cervera. ¿Cúando?, cuando Santi Hernández, su jefe técnico, le mostró la palabra mágica magnetti en la pizarra, es decir, ¡ojito! que los neumáticos están destrozados. Y, luego, cuando vio Lorenzo KO, Marc empezó a contar. “Me dije 10 puntos más que Jorge y 22 más que Rossi. Para”. H