El maratón de fútbol que se acerca a partir de esta semana obligará a Calleja a equilibrar no solo los esfuerzos sino la combinación de los jugadores que formen en el once en cada jornada. El entrenador del Villarreal tendrá que sincronizar con gran habilidad la concatenación de esfuerzos de sus jugadores con las posibles sanciones tanto por acumulación de tarjetas como por expulsiones. La plantilla amarilla tiene muchos jugadores en el once, con mucho peso en el equipo, con más de 30 años, por lo que la inteligencia en la dosificación de esfuerzos será fundamental tanto para evitar lesiones como para obtener el máximo rendimiento de sus jugadores.

Pero otra gran amenaza serán las tarjetas amarillas. El Villarreal llega un tanto cargado de cartulinas y con tres jugadores importantes al borde de la suspensión al tener cuatro amarillas. Se trata de Gerard Moreno, Manu Trigueros y Pau Francisco Torres.

Con estos condicionantes, el técnico puede verse muy condicionado por las lesiones o las sanciones pueden marcar también este regreso. Una amenaza que aún será maor en los primeros partidos de vuelta a la competicion después de la suspensión de LaLiga por la crisis sanitaria internacional por el coronavirus.

LOS PROBLEMAS, EN LA ZAGA // La lesión de Funes Mori, junto a la del lateral Rubén Peña, sancionado para la primera jornada por acumulación de tarjetas, dejan un tanto justa de efectivos la defensa. Un problema que podría agravarse si Pau viera una amarilla el sábado contra el Celta, unido al desgaste físico después de tres meses sin competición que pueden sufrir futbolistas más veteranos como Raúl Albiol, quien se vería obligado a jugar tres días después en la Cerámica.

Al hilo de la acumulación de amonestaciones, precisamente Albiol y Santi Cazorla también se hallan a solo dos cartulina de cumplir un ciclo de cinco amonestaciones, que traería consigo un encuentro de sanción.

El panorama más complicado para el técnico será el eje de la defensa y en esa zona es donde deberá hacer encaje de bolillos, puesto que los recambios naturales son el marroquí Chackla, sin experiencia alguna en Primera División y Mario Gaspar, quien podría reconvertirse a central.

La aportación de los seis jugadores del filial que están entrenando con el primer equipo se antoja fundamental. Iván Martín, Fernando Niño, Lozano, Baena, Andrei y Migue serán un soporte importante para Javi Calleja, quien, por otra parte, tampoco podrá sentarse en el banquillo de Balaídos, al cumplir el segundo partido de sanción tras ser expulsado en San Mamés.