Ter Stegen inició la temporada con cinco goles encajados que le costaron al Barça la Supercopa ante el Madrid, pero hace un mes que el alemán no va hasta el fondo de la red. De cero en cero, Ter Stegen, que ha encadenado cuatro partidos sin encajar tantos. Algo insólito para él. La temporada anterior, la primera en la que se sintió el dueño de la portería después de que Claudio Bravo fuera traspasado al Manchester City, solo sumó tres partidos seguidos imbatido. No fue un déficit atribuible solo a él. El equipo defendió peor, y encajó abultadas goleadas (cuatro en Vigo, tres en Manchester y Turín, cuatro en París), acreditando una pérdida de eficacia defensiva en el entramado de Luis Enrique, impecable en los dos primeros ejercicios.

El Barça ha recuperado con Ernesto Valverde la consistencia defensiva tras el doble disgusto ante el Real Madrid en la Supercopa de España. Una lectura más rigurosa incidiría en que tres de los cuatro últimos partidos (Betis, Espanyol y Juventus) se han disputado en el Camp Nou y que el Alavés no sería uno de los rivales mas prolíficos en goles. Pero el técnico da a entender que construye los cimientos de su proyecto desde la organización. Sabiendo, claro, que delante hay poco que retocar cuando existe un futbolista como Leo Messi capaz de «encontar un agujero donde no se ve». «Es muy importante crear la sensación de que al rival le tiene que costar mucho marcarnos un gol», explicó Valverde tras la cita de Champions ante la Juve.