La grave lesión de Paco Regalón, baja para, al menos, los próximos seis meses, y que se operará mañana por la tarde en el Vithas Jaime I, marca el regreso a Castalia. Las buenas sensaciones del Castellón han quedado un tanto ensombrecidas con el percance del cordobés, que aguantó con la rodilla rota durante 80 minutos, tal vez marcando el camino a seguir a sus compañeros que, como él, apretaron los dientes para amarrar el empate en el Camilo Cano. Ganar al Olot y, de paso, empezar a encontrar la fórmula para que se note lo menos posible la baja del cordobés --había comenzado bien el curso y, además, evitó, con un agónico cabezazo, la derrota en el partido contra el Valencia Mestalla--, son dos de las tareas para hoy (19.00 horas).

De entrada, Héctor Verdés es el recambio natural de Regalón. No obstante, Óscar Cano se guarda la baza de Marc Castells, a quien ya recurrió en el eje de la retaguardia en el pasado ejercicio. Por ahora, no hay intención de fichar... aunque no necesariamente tiene que ser para la zaga. Pero eso, en cualquier caso, quedará para después de esta cuarta jornada. Con cinco puntos en las tres primeras, todavía invicto, una victoria del Castellón redondearía el primer mes en la competición, con un balance que le situaría sino entre los cuatro primeros sí rondando los play-off.

Por otro lado, no habría mejor regalo de consolación para el propio Regalón, que empezará a descontar partidos y meses en su regreso a los terrenos de juego.

¿GÁLVEZ POR CALAVERA? // El percance del cordobés impedirá que el granadino alinee de salida a los mismos elegidos. Habrá tres sin cuatro. No obstante, Cano ha dejado caer que tal vez tenga que sacrificar algo del enorme caudal futbolístico del equipo en pos de un mayor control, sobre todo frente a un Olot ideado para tener la pelota. Los tiros podrían ir encaminados a Rafa Gálvez en detrimento de Josep Calavera, esa variante a la que ha recurrido en las segundas partes frente a Sabadell, Mestalla y La Nucía.

Veremos si al nazarí le frena esa merma de centrales para cambiar el dispositivo, aunque tampoco le conviene trastocar tanto el equipo, cuando --aunque a tramos más o menos largos-- ha ofrecido una buena imagen, como la afición ya ha podido ver. La primera parte frente al filial del Valencia, pese a que no lo reflejó en el marcador, es el ejemplo.