En una semana, Marcelino ha pasado del infierno a volver a tocar el cielo. El asturiano preparó la vuelta copera ante el Sporting de Gijón con la incertidumbre de su continuidad en el banquillo, pues el presidente y el director general estaban reunidos en Singapur con el propietario del club, Peter Lim, tratando la destitución del entrenador y la llegada de refuerzos. Pero el equipo salvó el primer match ball y el sábado en Vigo puso la directa con otra victoria que ha devuelto la ilusión y el optimismo en la capital del Turia. El abrazo entre el míster y Rodrigo, autor del tanto de la victoria ante el Celta, reflejaba claramente el peso que se acababan de quitar de encima. «En lugar de dividirse, que sería lo fácil, hemos estado siempre muy unidos», admitía Marcelino, rubricando los mensajes de los pesos pesados (Parejo, Rodrigo...) de la plantilla che pidiendo la continuidad del técnico.

Con aires renovados, esta semana también promete emociones fuertes, con la ida de cuartos de final copera mañana (21.30 horas) en Getafe y el sábado (20.45) en Mestalla ante el Villarreal.

Ayer, las caras de los jugadores en el entrenamiento eran otras, con Marcelino insistiendo en los centros laterales y Batshuayi con permiso para no ejercitarse, a la espera de cerrar su salida.

Otro que busca destino es el central brasileño Aderlan Santos (llegó del Braga por 9,5 millones). Ha acabado su cesión y el Valencia negocia la rescisión de contrato (cobra cinco millones).