La Fiscalía japonesa que acusa a Carlos Ghosn, máximo dirigente de Nissan y Renault hasta su arresto en Tokio el pasado 19 de noviembre, quiere que confiese su culpa para así acceder a su liberación, con un texto que se le ha propuesto redactado solo en japonés, lengua que no habla, según reveló ayer uno de sus hijos.

En una entrevista publicada por Le Journal du Dimanche, Anthony Ghosn subraya que durante las siete semanas que lleva encarcelado su padre ha defendido su inocencia y no cederá. «Está dispuesto a defenderse con fuerza y está muy concentrado en el objetivo de responder a las acusaciones», pero al mismo tiempo se muestra «muy tranquilo», asegura este joven de 24 años, que recibe noticias de su padre a través de los abogados japoneses.

El exdirigente ha perdido una decena de kilos de peso desde que está en prisión, donde las condiciones de detención «no son muy sanas». «Pero se toma todo eso como un reto», añade, antes de señalar que, por el funcionamiento del sistema judicial japonés, el fiscal del caso comunica poco a poco los elementos acusatorios, de forma que todavía hoy la defensa «no puede tener una visión completa del dossier. Sus opciones son negar lo que se le reprocha o confesar y ser liberado, pero en todo este tiempo su decisión ha sido bastante clara. La paradoja es que la confesión que se le pide que firme está escrita exclusivamente en japonés, lengua que no habla».

Carlos Ghosn comparecerá el próximo martes por primera vez desde su detención ante un juez, después de que sus abogados hayan solicitado esa audiencia para conocer los cargos que, por lo que se ha filtrado, tienen que ver con irregularidades en la notificación de sus ingresos. «Por primera vez podrá dar su visión de los hechos y todo el mundo quedará bastante sorprendido».