El cantón suizo de Ginebra, una de las ciudades más caras del mundo, aplicará a partir de hoy una norma que obliga a los empleadores a pagar a sus trabajadores un salario mínimo de 23 francos (21 euros) por hora, lo que equivale a unos 3.700 euros mensuales y supone que este territorio tendrá el salario mínimo más alto del planeta.

Este salario mínimo no es tan alto en una ciudad donde alquilar un piso de condiciones normales raramente baja de los 2.000 euros al mes y no existe seguridad social, por lo que cada persona debe tener un seguro de sanidad privado que para un hombre de mediana edad supera los 500 euros mensuales por unas prestaciones básicas.

El establecimiento de una remuneración mínima horaria fue aprobado en un referéndum regional a finales del mes pasado y solo se aplica al cantón de Ginebra, donde 80.000 votantes, un 58% de los que acudieron a las urnas, dijeron sí a la iniciativa 23 francos es lo mínimo .

En un país de tradición liberal como Suiza, sólo Ginebra y otros dos cantones de los 26 que forman el territorio helvético tienen un salario mínimo. De hecho los propios ginebrinos habían rechazado fijar uno en anteriores referéndum, en el 2011 y, por segunda, vez, en el 2014. El cambio de opinión ha sido asociado por los analistas la situación de crisis generada por la pandemia del coronavirus

Según el diario francófono Le Temps , la crisis económica que se avecina ha llevado a muchos habitantes de la ciudad a temer que las condiciones salariales empeoren.

La ciudad está siempre en los primeros lugares de las listas de urbes más caras del planeta, compitiendo a menudo con otras como Zúrich, Singapur o Hong Kong.

Hasta ahora, el salario mínimo más alto del mundo eran los 12,1 euros por hora garantizados a los trabajadores australianos, lo que mensualmente se traduciría en unos 2.180 euros, cifra que Ginebra superará con creces. H