Los candidatos del PSPV-PSOE a les Corts -Ernest Blanch y María José Salvador-, al Congreso -Susana Ros- y al senado -Artemi Rallo-, defendieron ayer unidos, en Castelló, la gestión socialista en materia de infraestructuras, y defendieron uno de sus proyectos estrella en pasadas legislaturas, las desaladoras, como la solución y garantía para que la provincia no tenga problemas de abastecimiento de agua, advirtiendo de que en el año 2027, «la UE prohibirá la extracción en pozo con agua que no sea de calidad».

«Defendemos una estrategia del agua, que pasa por implicar a todas las administraciones, incluidos los ayuntamientos, para poder disponer de agua de calidad, en cantidad suficiente y a un precio único y de uso». Son palabras de Ros, quien, ya en materia de infraestructuras de comunicación, «recalcó el compromiso firme y contundente del PSOE para la liberalización y la gratuidad de la AP-7, frente a las derechas, que hablan de peajes blandos, y la mejora de los Cercanías». También se comprometió a avanzar en el Corredor, en recuperar el estudio de Cantabria para la regeneración del litoral y en una reindustrialización. Proyectos a los que el candidato al Senado sumó «la finalización de la autovía del interior», y recordó que la reciente reforma del Estatut de Autonomía «obliga al Gobierno a invertir en la provincia recursos equivalentes a la población».

PROYECTOS // El secretario general y candidato a les Corts, Ernest Blanch, afeó la «política errática del PP y la discriminación histórica en materia de infraestructuras», ante la que aportan «la credibilidad del trabajo hecho en la Generalitat este mandato y en pocos meses desde el Gobierno».

Salvador, quien ha sido la consellera de Ordenación del Territorio en los últimos cuatro años, pasó a detallar «la inversión de 1.000 millones de euros en 1.000 actuaciones en todo el territorio; 382 en la provincia, valoradas en 259 millones», tras heredar «una deuda de 105 millones».

«No vamos a hacer obras faraónicas como el PP, sino infraestructuras realistas». Resaltó la «revolución» que ha supuesto el nuevo mapa de transporte interurbano y avanzó que tienen previsto «terminar la ronda Oeste de la capital, las variantes de Figueroles y Alcalà, conexiones con la AP-7, el corredor mediterráneo y la accesibilidad universal».