El candidato de Compromís, Joan Ribó, repetirá como alcalde de València durante la próxima legislatura después de ser reelegido ayer como primer edil por mayoría absoluta con los votos de los diez concejales de su partido y los siete del PSPV, partido con el que el munícipe negocia un gobierno de coalición, aunque aún queda por definir el programa y el reparto de concejalías del próximo ejecutivo municipal.

Tras constituirse la mesa, presidida por el propio Ribó al ser el miembro de más edad (71 años), los ediles electos juraron o prometieron su cargo en castellano o valenciano, algunos con coletilla en su alocución, y recibieron el cordón de concejal antes de darse por formada la corporación, en la que por primera vez entra Vox, con dos representantes.

DEVUELVE LA VARA // El acto, al que no faltó el president de la Generalitat, Ximo Puig, volvió a dejar una escena curiosa como ya ocurrió cuatro años, puesto que el alcalde devolvió la vara de mando al secretario porque «el autoritarismo no es su estilo», explicó.

Pese a que el equipo de gobierno estará compuesto por dos fuerzas, Ribó aseguró que su mandato no estará formado únicamente por un ejecutivo bicolor. «No será de dos partidos. Quiero que sea también el gobierno con el que colabora la oposición, y el que atiende a los partidos que no han obtenido representación y, en definitiva, de todas las personas de València, independientemente de la formación política a la que hayan votado. O si no han votado», sostuvo el alcalde.

Ribó reclamó también «diálogo» para conseguir la ciudad a la que aspira y para la que quiere «contar con los grupos de gobierno de la oposición», cuya tarea definió como «clave en el buen funcionamiento de la democracia» y a la pidió «dejar de lado los partidismos cuando tengamos que mirar por el bien de València».

La portavoz municipal del PP, María José Català, instó a «elevar el nivel de la política local» y felicitó al alcalde, a quien solicitó «gobernar con altura de miras» y recordar que la vara de mando «no es más que un trozo de madera, pero su dignidad no depende de lo guardada que esté».

Mientras, su homóloga socialista en el Ayuntamiento, Sandra Gómez, reivindicó la importancia de «tejer una alianza» con el Gobierno central y el Consell, a la vez que auguró que si el de pacto de La Nau --firmado hace cuatro años-- fue un «buen acuerdo», el Rialto --el acuerdo que queda por perfilar cara a la nueva legislatura-- debe ser «más ambicioso».