El tejido comercial de la provincia de Castellón ha taponado la sangría de los años de la crisis, pero no ha cerrado aún la herida, por lo que ha seguido reduciendo el número de establecimientos abiertos al público. Como contrapartida, el aumento del consumo ha empujado la actividad del sector y, con ella, la facturación, generando más empleo que el año anterior.

Es a grandes rasgos el resumen que se extrae del Informe Anual de la Distribución Comercial Minorista Comunitat Valenciana 2015, elaborado por la Oficina de Comercio y Territorio Pateco, divulgado esta misma semana y en la que se da la radiografía actualizada de esta pata del sector terciario.

Por partes. El extenso documento recoge que en la provincia se contabilizan 7.530 locales comerciales minoristas, un dato que contrasta con los 7.692 registrados un año antes. Y desde luego, lejos de los 8.210 que estadísticamente se contabilizaban en el año 2010. Es decir, en el último año han seguido bajando la persiana negocios, concretamente 162, siendo casi un millar en todo el quinquenio 2010-2015.

El dato contradice la tendencia autonómica, que por primera vez en cinco años deja de caer y sube, eso sí, tímidamente. Y aumenta por el empuje de Alicante, que amplía su cifra de locales comerciales, mientras que en Valencia también han bajado. El saldo final es que en la Comunitat se contabilizaron 64.022 negocios a 1 de enero del 2014, censo que se elevó hasta los 64.054 un año después.

Eso sí, el peso comercial de las provincias apenas ha variado: Valencia se queda con el 47,4% de la tarta, seguida de Alicante, con el 40,8%; y Castellón, que aglutina el 11,8% de la oferta.

¿Y CÓMO HA SIDO EL AÑO? / Pues el 2015 fue un año mejor para el conjunto de los empresarios. «Todas las tipologías de comercio finalizaron el año 2015 con una evolución favorable de las ventas, aqune de manera desigual». «En las grandes superficies, la variación medida de las ventas en el transcurso del año fue del 4,5%; en las grandes cadenas fue del 4,3%; en las empresas unilocalizadas fue del 2,95%; y enlas pequeñas cadenas, el incremento de las ventas fue de un 1,9%».

Se mantiene la tendencia alcista, ligeramente por encima del pasado año 2015, y supone el segundo año en positivo, evolución que continúa hasta febrero del ejercicio 2016.

¿La razón? Hay que buscarla en el lento pero seguro crecimiento del consumo. «El consumo privado per cápita ha dejado atrás un periodo de recesión, durante el cual redujeron su gasto en bienes y servicios», indican los técnicos de la Oficina de Comercio de Pateco. Eso significa que «en el 2015, cada valenciano gastó en bienes y servicios 10.179 euros, un 1,9% más que en el 2014». Mejora, sí, pero aún lejos del realizado en el año 2007, cuando supuso 11.681 euros de media.

MÁS EMPLEO // Y si «el consumo mejora», aunque sea «tímidamente», lo normal es que crezca el empleo. Y así está siendo: en todo el año 2015 se formalizaron 203.301 contratos en el sector comercial, el 11% de todos los contratos rubricados en el conjunto de la Comunitat Valenciana. H