Montse Sans, coach profesional Certificada Personal y Equipos por la Internacional Coach Federation (ICF) y responsable de la Escuela Europea de Coaching en la Comunitat Valenciana, participará en la VIII Semana Internacional del Coaching (SIC). Sans, única ponente de la provincia de Castellón, intervendrá mañana en una conferencia on line y accesible en todo el mundo: Preguntas poderosas, ¿para entender o para comprender?. Además, el martes, en la FUE-UJI, y el viernes, en el CEEI, participará en dos conferencia-taller presenciales bajo el título Bienestarsiendo.

--ADRIÁN BACHERO: ¿En qué consisten estás jornadas de ‘coaching’ y cuáles son sus principales objetivos?

--MONTSE SANS: Las jornadas se desarrollan simultáneamente en 143 países en los que la International Coach Federation (ICF) está presente. El objetivo, en estos tiempos de intrusismo profesional y confusión sobre lo qué es y lo que significa el coaching, es explicar cuál es la percepción del Coaching Profesional de Calidad que la ICF representa como garante de formación, rigor y ética en el mundo del coaching. También buscamos acercar esta disciplina a las personas y a las organizaciones como herramienta para promover oportunidades de desarrollo personal y profesional.

Durante la SIC, se ofrecen de forma totalmente gratuita cientos de actividades en todo el mundo, a las que se puede acceder libremente.

--A. B.: ¿Cómo ve el futuro de la profesión y a qué retos tendrá que hacer frente?

--M. S.: Hemos de estar preparados para un entorno nuevo y distinto, listos para adaptarnos a los nuevos escenarios del mundo laboral, con cambios tecnológicos, la era digital, los algoritmos, la robótica... La realidad virtual ya está presente. Hay muy buenos programas formativos en la actualidad que cumplen con todas las garantías de calidad en cuanto a contenidos, dinámicas, experiencia del profesorado y acreditación profesional. Sin ir más lejos, al que yo represento en la Escuela Europea de Coaching.

Tenemos que ser capaces de seguir profundizando en le conocimiento de las organizaciones, de la industria, de adaptarnos como coaches a los nuevos entornos de trabajo. El coach ha de reciclarse para adaptarse a los cambios.

Por otro lado, tenemos un gran trabajo por hacer todavía acercando esta disciplina a las personas en entornos no solo profesionales o directivos. Muchos piensan que el coaching es solo para ejecutivos. Es cierto que sí ha penetrado con tanta fuerza en el mundo empresarial es porque se han podido comprobar sus beneficios. El llamado retorno de la inversión (ROI) viene a constatar que el coaching es una herramienta muy eficaz para el desarrollo de las personas, sea cual sea su objeto de trabajo.

--A. B.: ¿Qué sectores demandan más el trabajo de ‘coach’?

--M. S.: Lo cierto es que todos. No se me ocurre ningún sector en concreto, ni privado ni público, en el que las herramientas que proporciona esta disciplina a las personas y a los sistemas no sean útiles. Siempre que hablemos de personas que se relacionan, hablaremos de todas aquellas habilidades y competencias que permitan una mejor forma de interactuar para mejorar los objetivos deseados, sean individuales, del equipo o de la propia organización.

-A. B.: La industria cerámica y el sector turístico priman en la economía castellonense ¿Cómo se puede aplicar el ‘coaching’ para mejorar en ambos sectores?

--M. S.: Para que una organización funcione bien y consiga los resultados previstos (no solo los económicos) tienen que suceder muchas cosas, pero sin duda ello tendrá que pasar por disponer de personas comprometidas que aporten todo su talento, capaces de alinearse en objetivos comunes, trabajando en entornos confiables y coherentes y con un enorme deseo de mejorar personal y profesionalmente.

Se hacen necesarios estilos de liderazgo que promuevan el desarrollo del talento y, por supuesto, que sepan retenerlo.

--A. B.: ¿Se han sumado las pymes a las técnicas de liderazgo?

--M. S.: En las medianas y pequeñas empresas, en ocasiones, hay personas que, de forma intuitiva, desarrollan esas capacidades que les convierten en líderes, que no jefes. En general, esas personas tienen una serie de cualidades innatas: confían en los demás, los legitiman, les apoyan, son un ejemplo, tienen una gran conciencia de sus limitaciones y también de sus fortalezas, generan conversaciones para lograr compromisos, no rehúyen los conflictos, reconocen las aportaciones y la contribución, generan orgullo de pertenencia...

Otras muchas personas pueden aprender todo ello y, de este modo, afianzar sus fortalezas y poner foco en sus áreas de mejora. Eso sí, es imprescindible que todas esas personas sean conscientes y quieran asumir ese camino de aprendizaje.

--A. B.: ¿Cuál sería el perfil de un buen ‘coach’?

--M. S.: Ante todo, tiene que ser una persona que se haya formado en un programa serio, riguroso, ético , profesional y reconocido, que haya sido supervisada y que haya pasado por un proceso de trabajo de autoreflexión.

Sin duda, tiene que sentir interés por las personas y por el trabajo con ellas, las demás competencias las trabajará en su formación. No sirve con autodefinirse como coach y ya está. Esto se entiende muy bien con disciplinas como la medicina, por ejemplo. Nadie se pondría en manos de un autodenominado médico que se hubiera formado asistiendo a dos conferencias en el colegio de médicos.