A Ximo Puig y Mónica Oltra les puede más el sectarismo que velar por el interés general, y como no gobiernan en la Diputación de Castellón se han propuesto desmantelar nuestra provincia arremetiendo contra algo tan básico como la salud. Los que durante los gobiernos del Partido Popular hablaban de recortes y se ponían detrás de las pancartas, ahora han empezado una cruzada contra la sanidad pública en la provincia de Castellón.

Hasta los colectivos profesionales consideran un error la decisión unilateral de la Conselleria de Sanidad de cerrar el Centro de Transfusión de Sangre de Castellón porque, según ellos, el sistema funcionaba bien.

El cierre del banco de sangre en nuestra provincia puede poner en riesgo la vida de los castellonenses que deberán esperar dos horas hasta que llegue la sangre desde Valencia. En situaciones de urgencia esto podría suponer condenar a muerte a muchos pacientes que podrían ser salvados si las reservas de sangre estuvieran en Castellón.

PSOE y Compromís, con los aliados de Podemos, se han planteado dejar sin sangre a los 135 municipios de Castellón. Mientras la consellera Carmen Montón cierra el banco de sangre, su jefe de filas Ximo Puig gasta 140.000 euros de todos los valencianos en rescatar Carns de Morella, una empresa creada y presidida por el actual presidente valenciano.

Frente a los continuos ataques del Consell, el presidente de la Diputación, Javier Moliner, mantiene firme su defensa de nuestros 135 municipios, velando por el bienestar, prosperidad e interés general de todos los castellonenses. H

*Concejal del PP la Vall