Atónitos y atónitas nos hemos quedado en CCOO. Pero no solo nosotros, otros sindicatos, juristas de reconocido prestigio, laboralistas y un largo etcétera que saben y entienden del mundo del trabajo, unos desde la ciencia académica o jurídica y otros desde el tajo, con el contacto permanente en los centros de trabajo, en la defensa de los derechos laborales y fundamentales, como lo es el caso que les vengo a plantear desde esta tribuna de CCOO. Pues no es para menos, ya que la noticia que hace unos días nos venía a informar en el cambio o separación jurisprudencial que el TC (Tribunal Constitucional) ya había elaborado sobre el derecho a la protección de datos de carácter personal en supuestos de video-vigilancia laboral, ha venido a virar del lado de quien tiene más poder en la relación contractual, es decir, más poder a las empresas. Por si no les había otorgado suficiente poder y prerrogativas las sucesivas reformas laborales que nos han venido imponiendo los gobernantes de turno, caso más extremo la del Gobierno de Rajoy. Pues bien, como se suele decir, “si no quieres caldo, toma dos tazas”.

CCOO mostramos el rechazo más profundo y enérgico ante la nueva posición tomada por el Tribunal Constitucional, por entre otras muchas cuestiones entender que, el proceso de cambio doctrinal “se ha llevado a cabo sin aportar la obligada argumentación jurídico-constitucional sobre las razones que conducen a abandonar una jurisprudencia cuyo objetivo, primero y esencial, fue el fijar los límites del contenido esencial del derecho fundamental que el art. 18.4 CE confiere a los trabajadores y trabajadoras. Planteando un drástico giro en la doctrina establecida por este Tribunal”, escapando además de la obligatoriedad que tiene este órgano de motivar cuando se aparta de sus propios precedentes. Debemos recordarle al Constitucional, que la Constitución ha querido que la ley, y solo la ley, pueda fijar los límites a un derecho fundamental. Y sus miembros en este asunto, lejos de haber actuado como sus guardianes, han venido a actuar de manera descarada atendiendo a la ideología de la mayoría de las personas que componen el propio Constitucional, es decir a una ideología derechona y hasta reaccionaria me atrevería a decir, por supuesto, desde mi humilde punto de vista.

Y desde ese mismo punto de vista, resulta imposible admitir que el derecho de los trabajadores y trabajadoras a ser informadas sobre la suerte de los datos obtenidos por su empleador o empleadora, derecho este que forma parte del núcleo fuerte del habeas data, pueda concretarse en una mera pegatina con el correspondiente distintivo visible en un cristal, una vez cumplido, eso sí, en contenido y diseño -- como recuerda la ponencia aprobada-- el sin duda trascendente anexo de la instrucción citada. Contrariando de manera frontal la doctrina sentada por este Tribunal, según la cual el afectado o los afectados por la captación han de conocer el contenido de las imágenes captadas y el propósito perseguido por la implantación de sistemas de videovigilancia, ahora se sostiene que, una vez insertado el distintivo y cumplidos los anexos, ya no es preciso especificar “la finalidad exacta que se le ha asignado a ese control”, pues lo único importante será determinar si “el dato obtenido se ha utilizado para la finalidad de control de la relación laboral o para una finalidad ajena” . Por este lado, se ha suprimido todo rastro del derecho a conocer el uso y destino de los datos, aunque para alcanzar esa conclusión haya sido preciso, en el trance final, confundir el consentimiento con la información, acertadamente diferenciados en el anterior. En definitiva, toda una suerte de despropósitos que no podemos ni por asomo compartir y que una vez más deberemos dar la batalla en el campo de la acción sindical.

Por supuesto, no me queda más que estar totalmente de acuerdo con voto particular que formula el magistrado Fernando Valdés Dal-Ré, al que se adhiere la magistrada Adela Asua Batarrita, y en el cual me he apoyado para dar algo de luz a quienes tengan a bien leer el presente artículo. H

*Secretari general CCOO Comarques Nord