La pasada semana tuvo lugar el segundo intento de investidura fallida, en este caso al presidente del Gobierno de España en funciones, Mariano Rajoy. De momento seguimos, casi un año después, sin gobierno estable con la capacidad de tomar decisiones importantes para el país. No sabemos si Rajoy dará un paso atrás posibilitando que otros compañeros sin tanto pasado y manchas lo intenten, o si un gobierno progresista de cambio sumará los apoyos necesarios que no se consiguieron tras las elecciones del 20 de diciembre. Lo que está claro es que los ciudadanos, una y otra vez, hemos cumplido con nuestra obligación de ir a votar y elegir a nuestros representantes. Y en esa elección hemos apostado por pluralidad, por acabar con mayorías absolutas y pedimos que haya búsqueda de consensos, conciliación, diálogo… pero de momento parecen no haber estado a la altura de lo que las circunstancias pedían.

No han mirado a aquellos otros representantes, al margen del color político, que en las primeras legislaturas de nuestra democracia no hace tantos años, supieron anteponer los intereses generales a los intereses de partido.

¿Qué todo sigue igual y no se nota que no haya Gobierno? Mentira. Cuando desde los ayuntamientos llamamos a Madrid para desbloquear diferentes asuntos importantes o saber su situación, nadie firma, nadie decide. Tiempo perdido y tiempo que no vuelve. ¿Cuántos pueblos seguimos a la espera de una respuesta respecto a la regeneración de la costa valenciana? ¿Para cuándo la aprobación de un proyecto definitivo para las obras del barranc del Torrent? Mientras tanto, España en funciones. H

*Alcalde de Nules