Quién le iba a decir a Kichi, el alcalde podemita de Cádiz, hace tan solo unos meses, cuando prometía a sus vecinos, casa, trabajo y pan, como si de un mesías se tratase, que hoy tendría que soportar los reproches de sus vecinos ante las falsas promesas y, encima, desalojaría a los que piensan diferente del pleno.

Eso es lo que ocurre cuando las políticas nacen de las grandes capitales y provienen de gente a los que poco importa la subsistencia de pequeños municipios. En Castellón tenemos la suerte de tener 135, 115 de ellos con menos de 5.000 habitantes, muchos de ellos mancomunados y eficientes, pero que necesitan la ayuda del gobierno provincial para prestar servicios de calidad. Nosotros apostamos por ellos, por eso Javier Moliner ha impulsado el proyecto #repoblem, para la consolidación de la población rural, reforzando las unidades respira, completando este año un total de 25, creando un plan de incentivos para la natalidad y adopción en municipios de menos de 1.000 habitantes, o firmando un convenio con Cruz Roja para acoger a refugiados en nuestros municipios de menos de 10.000, para que no tenga que cerrar las puertas ningún colegio. Para nosotros, los 135 municipios son mucho más, son 135 identidades, y lo que nos diferencia de otras provincias es la suma de todos.

Creemos en la igualdad de oportunidades, en nuestro territorio, posibilidades y en nuestro futuro, por eso lucharemos con todas nuestras fuerzas para que no consigan desmantelar nuestra provincia, desde la mayor infraestructura sanitaria hasta el último pueblo, porque nos sentimos orgullosos de Castellón. H

*Portavoz del PP en la Vall