La Audiencia Nacional ha absuelto al exjefe de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, alias Txeroki, del asesinato en el 2001 en Getxo del magistrado José María Lidón, al estimar que no hay pruebas suficientes para considerarle autor de los disparos que acabaron con su vida. Por estos hechos también se sentó en el banquillo el etarra Asier Arzalluz Goñi, si bien la Fiscalía, que pedía 30 años para cada uno, retiró en su caso la acusación antes de que el juicio quedara visto para sentencia al entender que no había quedado acreditada su autoría.

Según la sentencia dictada ayer, «no hay prueba de cargo suficiente para enervar la presunción de inocencia» de ninguno de los dos, y la aplicación recta de la ley lleva a la absolución «sin verse empañada por humanos sentimientos de compañerismo (la víctima era magistrado en activo), compasión o venganza».

El imperio de la ley, continúa la sala, atiende los legítimos derechos de las víctimas y, necesariamente, también de los procesados «a un juicio justo, contradictorio y con plenitud de garantías» y a la presunción de inocencia. La sala cree que los informes de inteligencia de la Ertzaintza y de la Comisaría General de Información no acreditan que Arzalluz y Txeroki fueran los autores. Y no considera «fiable» la identificación que la mujer y el hijo de Lidón realizaron de Txeroki como el presunto asesino tras verlo en la televisión años después.