Pedro Sánchez encontró ayer reparos a su plan de desconfinamiento. En la séptima Conferencia de Presidentes autonómicos celebrada por la crisis del coronavirus, el jefe del Ejecutivo les explicó que los expertos que asesoran a su Gobierno sobre el covid-19 le han aconsejado que el deshielo de las medidas restrictivas se haga por provincias. La idea encontró el rechazo de Aragón (PSOE), Extremadura (PSOE), Galicia (PP), Castilla y León (PP), Cataluña (JxCat-ERC), y Comunitat Valenciana (PSPV-PSOE), que consideran que sería mejor hacerlo por áreas de salud, un marco geográfico inferior al de la provincia.

El presidente del Gobierno tomó nota de la queja y se mostró abierto a que se debata hoy en la reunión técnica que los consejeros autonómicos tendrán con el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Sánchez quiere aprobar el plan global de desescalada mañana en el Consejo de Ministros.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que fue secretario general de gestión y cooperación sanitaria de España en el primer Gobierno de José María Aznar (1996-2000), sugirió que Galicia pueda hacer la desescalada por áreas sanitarias que, en el caso de esa comunidad, son siete. Según fuentes presentes, cuando Sánchez defendió que se hiciera por provincias, Feijóo pidió la palabra para solicitar que se incluya una «cláusula de salvaguardia territorial» para que las comunidades puedan tener alguna «flexibilidad». Cataluña también prefiere que las medidas se tomen por áreas sanitarias que, a su vez, se dividen en ámbitos.

planes propios / Los presidentes de Extremadura y la Comunitat Valenciana, los socialistas Guillermo Fernández Vara y Ximo Puig, respectivamente, también apoyaron que se haga por áreas, aunque reclamaron que, se decida lo que se decida, el criterio sea el mismo para toda España. Su compañero de filas, Javier Lambán, presidente aragonés, propuso «empezar a normalizar la vida» en las zonas rurales y olvidarse de las provincias, una reflexión que compartió su homólogo en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP).

Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, también ha elaborado un plan de confinamiento que detallará en la reunión técnica de hoy su consejero, y que propone abrir el comercio y las peluquerías el 11 de mayo, una vez que concluya la prórroga actual del decreto del estado de alarma. Una semana después, el 18, plantea que se puedan volver a celebrar funerales, pero sin velatorios. Y el 25 de mayo, Moreno considera que se podrían reabrir bares y restaurantes, aunque manteniendo las medidas de seguridad.

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, planteó que se comience ya la desescalada de las actividades económicas y pidió que se abran los comercios y se permitan actividades habituales como el cultivo de huertas, ir a pescar con caña o en bote, a recoger setas o a hacer surf.

Por su parte, la presidenta del Gobierno balear, Francina Armengol, reclamó al Estado «un margen de decisión propia de las comunidades autónomas para regular la ejecución de las propuestas de desconfinamiento», unas medidas en las que trabajan «desde hace semanas».

LAS CITAS DOMINICALES / El cuadro de mandos integral que Sánchez quiere establecer para dirigir la «operación salida», como la bautizó Fernández Mañueco ayer, disgusta tanto a Quim Torra como al lendakari, Íñigo Urkullu. Ambos, según contaron después ellos mismos, insistieron en recuperar cuanto antes las competencias y cuestionaron la utilidad de estos encuentros dominicales con Sánchez alegando que, en las últimas ocasiones, el presidente ha comparecido horas antes para anunciar medidas sin tener en cuenta su parecer (como la de que los mayores podrán pasear y hacer deporte probablemente a partir del día 2 de mayo).