El ascenso de Vox en las encuestas ha desatado los nervios en la sede del PP. Otra vez. Los conservadores están viendo cómo el partido de Santiago Abascal está capitalizando la preocupación por los disturbios en Cataluña y Pablo Casado ha decidido elevar sus ataques a Pedro Sánchez. El candidato del PP a la Moncloa se olvidó ayer de la moderación de la que ha hecho gala desde el pasado verano y llegó a acusar al secretario general del PSOE de «forzar» las elecciones «sabiendo que iba a haber episodios violentos» para ver si saca «unos cuantos escaños más». Además, hizo «responsable directo» a Sánchez de la «seguridad» del rey Felipe y de su familia, en la visita de dos días a Barcelona que empieza hoy y donde entregarán los Premios Princesa de Girona.

«Él pensaba que le interesaba que hubiera violencia esos días y que él apareciera, cuando las encuestas le daban 150 escaños, como el de la porra envuelto en la bandera. Pero en cuanto las encuestas han empezado a estar [para el PSOE] en 120, ¡uf!», exclamó Casado. Entonces, continuó, Sánchez decidió no «molestar» a ERC ni a Junts per Catalunya ni al PNV por si los necesita para sacar su investidura después. «¡Ponga orden en Cataluña de una vez o lo haremos nosotros el 11-N», reclamó el líder popular en un mitin en Madrid.

El cambio de estrategia de Casado, que no elevó el tono la semana de la sentencia del procés, cuando se registraron las primeras noches de violencia en las calles de Barcelona, llega cuando el PP se ha estancado en las encuestas. Algunas, antes de conocer el fallo del Tribunal Supremo, le dieron casi 100 escaños y ahora, según fuentes populares, los sondeos internos solo les otorgan 85. La encuesta de GESOP para este diario, también va en esa línea: 84-87 para el PP, lejos de los 119-123 del PSOE. Vox conseguiría entre 49 y 53, y quedaría en tercera posición, por delante de Podemos (37-41) y de Ciudadanos (13-17).

El secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, estuvo en Sant Joan Despí en un acto del PSC y comparó a Casado con el personaje de «doctor Jekyll y Mr. Hyde», en referencia a las dos caras políticas que el líder del Partido Popular ha mostrado desde que llegó a la presidencia del partido. «No queremos a un presidente con un trastorno de personalidad», afirmó.

En un mitin en el piso 31 de la Torre Espacio, uno de los cuatro rascacielos de Madrid, y con buena parte de su equipo en primera fila, subrayó que avisa con «una semana» de margen a Sánchez de su obligación de garantizar el derecho al voto de los catalanes. «Lo quiero dejar muy claro y con margen [...]. Después no queremos que si la confusión, no sé que ha pasado, [Miquel] Iceta, y que si la abuela fuma... No, estamos hablando de garantizar los derechos fundamentales», declaró. «Esto no es Burkina Faso, esto no es Yemen», espetó.

Casado avanzó que exigirá a Pedro Sánchez que responda a varias cuestiones sobre su gestión de la crisis catalana en el debate de esta noche, sobre todo «por qué no aplica la Ley de Seguridad Nacional en Cataluña y por qué aún no ha mandado el requerimiento a Torra», previo al 155.