A Albert Rivera no le suscita la más mínima ilusión la oferta de diálogo que ahora propone Pedro Sánchez para intentar un gobierno del PSOE con el apoyo de “las fuerzas del cambio”, en referencia a Podemos y Ciudadanos. El presidente de la formación naranja ha dejado claro este domingo que no tiene ninguna intención de sentarse a negociar un ejecutivo con Pablo Iglesias, por la defensa que hace el líder morado del referéndum enCatalunya.

Al contrario, Rivera cree que la única solución sigue estando en un entendimiento entre socialistas y populares con la mediación de Ciudadanos y ha retado a los jefes del bipartidismo a que se retirensi no son capaces de anteponer el interés de España a su continuidad al frente de sendos partidos. “En vez de poner la silla por delante del país, le pido a Rajoy y a Sánchez que no nos hagan chantaje con las terceras elecciones. A quien no sepa negociar o pactar le pido que se marche”, ha reclamado desde un mitin en La Coruña.

Rivera no ha explicitado que el pacto suscrito con el PP continúe en vigor tras el fracaso en la investidura de Mariano Rajoy el pasado viernes, pero tampoco lo ha dado por roto definitivamente. De hecho, no ha criticado la decisión de incorporar al exministro José Manuel Soria al Banco Mundial y ha evitado avivar una polémica que afecta de pleno al PP. Este lunes la ejecutiva de Ciudadanos se reunirá en Madrid para tomar esa decisión, pero mientras Rivera ha insinuado que el acuerdo puede seguir con vida, o por lo menos ser el espíritu de un entendimiento ampliado, cuando ha recordado que el documento contiene la mayor parte de las medidas ya pactadas entre C’s y PSOE en febrero.

ATAQUE EL POPULISMO

Rivera ha vuelto a defender la necesidad de llegar a acuerdos para desbloquear la situación, ha admitido que siente “vergüenza” y ha pedido perdón porque el Congreso no sepa “hacer política con mayúsculas”, en búsqueda de pactos como los de la Transición. Sin embargo ha cerrado la puerta a cualquier posibilidad de sentarse a dialogar con Pablo Iglesias. La parte más dura de su intervención, justamente, ha sido un férreo ataque a Podemos y a sus socios gallegos, En Marea, a quienes ha calificado de “batiburrillo”.

“Nosotros no pactaremos con los que quieren hacer referéndums independentistas”, ha asegurado. También ha cargado contra el discurso de Iglesias en el Parlamento en el debate de investidura de Rajoy, y ha cuestionado la vigencia de las tesis populistas. “¡Cómo envejece el populismo! ¡Qué rápido! Ese discurso sonaba como las risas enlatadas, porque no vale un discurso de una manifestación, en el Parlamento ya no vale, tienes que legislar y ceder”, ha señalado en el vaticinio de que la burbuja de Podemos se está deshinchando.