Cinco años después de conceder una entrevista a la televisión venezolana, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, tuvo que escucharse a sí mismo diciendo que Venezuela era «una referencia fundamental para los ciudadanos del sur de Europa».

Sin embargo, tras ver las imágenes, Iglesias aseguró que, actualmente, la «situación política y económica» de Venezuela es «nefasta». Un punto de inflexión en la posición de Iglesias respecto al régimen de Nicolás Maduro.

En la Comisión sobre la Financiación de los Partidos Políticos del Senado fue donde el senador del PP Luís Aznar tiró de hemeroteca para recordar a Iglesias su vínculo con el país latinoamericano. En el fragmento elegido de la entrevista, el líder morado llegaba a admitir que echaba «mucho de menos» al fallecido expresidente de Venezuela Hugo Chávez y admitía que «envidiaba» a los españoles que vivían en el país. Ahora se «arrepiente» de sus palabras pasadas.

«He podido decir cosas y opiniones políticas que ahora no comparto. Creo que rectificar en política está bien», aseguró Iglesias cuando Aznar le preguntó por su relación con Venezuela. Para eliminar cualquier sombra de dudas, continuó insistiendo en que las opiniones que vertió «hace algunos años no se corresponden» con su actual pensamiento. Sin embargo, el dirigente morado dejó claro que las «tontería que haya podido decir» en el pasado «difícilmente tienen que ver con el objeto de la comisión, que es la financiación de Podemos». A este respecto aseguró que Podemos no recibió financiación de ningún «Gobierno extranjero» de manera «directa o indirecta».

El senador popular también sacó a relucir un mensaje que Iglesias mandó en 2016 en el que decía sobre la periodista Mariló Montero que la «azotaría hasta que sangrara». Tras reconocer sus equivocaciones sobre Venezuela, el dirigente morado también se disculpó por este mensaje que el mismo calificó como «una broma machista imperdonable». «A veces he hecho comentarios que cuando lees después dices: es impresentable. Ahí lo que uno puede hacer es pedir disculpas y decir: Lo siento mucho y esto lo hice mal», insistió Iglesias después de reconocer que siente «muchísima vergüenza» por lo pasado.

Sobre la financiación de su partido, Iglesias se mostró tajante al asegurar que no han recibido dinero del Gobierno venezolano ni de otros Gobiernos extranjeros, «ni directa ni indirectamente». «Nuestra formación se financia con arreglo a la ley», sentenció. Unas afirmaciones que sostuvo con la lectura de diez autos judiciales que no dan por probada la financiación ilegal del partido morado. «Nadie ha sido capaz de transformar las acusaciones que se han hecho sobre nosotros en una resolución judicial», concluyó el diputado.

El momento más tenso de la jornada se vivió cuando Iglesias hizo referencia a las conclusiones que alcanzó la comisión de Investigación de la utilización partidista del Ministerio del Interior. «Su partido utilizo el Ministerio del Interior para proteger a delincuentes y fabricar pruebas falsas», sentenció Iglesias. Una afirmación que ofendió a Aznar, que le retó a ir a los tribunales.