Las formas empleadas por Esperanza Aguirre a la hora decomunicar su dimisión han dejado un regusto amargo en ladirección nacional del PP, especialmente por la insistencia de la expresidenta de los populares madrileños en dejar recados aMariano Rajoy sobre la importancia de entender, tras el mensaje lanzado por los ciudadanos en las elecciones, que no es tiempo de "personalismos" sino de "sacrificios". La dirigente conservadora reveló que avisó de su decisión de renunciar poco antes al presidente del partido por SMS y una llamada telefónica. Y desveló que su jefe expresó que la "entendía" en eso de asumir "responsabilidades" por no haber impedido que la corrupción se infiltrase en el PP madrileño.

Este lunes el vicesecretario de organización conservador, Fernando Martínez Maíllo, ha dejado entrever el malestar al criticar a Aguirre por hacer pública parte de la conversación con su jefe de filas. En una entrevista en la COPE, ha señalado que desde el punto de vista personal y no político no le gusta que "desvelara una parte" del SMS. Y no ha sido el único reproche hacia la expresidenta del PP madrileño. Ha ratificado además que la 'lideresa' no comunicó la renuncia, hace un mes, de Ignacio González como secretario de organización del partido a nivel regional. "Yo me sorprendí", ha confesado.

Por último, ha confirmado que Aguirre no "consultó" con la dirección nacional su renuncia, solo la "comunicó" a Rajoy cuando esta ya está tomada. Este lunes, ha explicado, el comite de dirección del PP decidirá si pone en Madrid una gestora o, la opción menos probable, nombra un nuevo presidente en junta directiva. En este caso, todos los ojos se posan en la presidenta de la Comunidad de Madrid,Cristina Cifuentes.

Maíllo, al igual que otros ministros del Gobierno de Rajoy, han aprovechado además para dar un espaldarazo a Rajoy sentenciando que la decisión de Aguirre no es "extrapolable" a nivel nacional.