El president de la Generalitat, Ximo Puig, manifestó ayer que el Consell no se va a «resignar» ni a «mirar hacia otro lado» y va a continuar «exigiendo» una financiación justa para la Comunitat Valenciana, en respuesta a las críticas vertidas por la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, a su intervención en el mensaje de Año Nuevo, del que informó el martes Mediterráneo. «Si alguien piensa que nosotros vamos a resignarnos a esta situación, que ha sido histórica, y que vamos a continuar mirando hacia otro lado, como se hacía antes cuando gobernaba el PP, no va a ser así», aseguró ayer Puig durante una visita al Hospital La Fe de València.

Preguntado por las críticas de algunos partidos a su discurso de fin de año y por cuáles van a ser sus primeros pasos en el 2018 para hacer cumplir al presidente Mariano Rajoy su compromiso de reformar el sistema de financiación, Puig aseguró que hay que ser «reiterativos», porque hay un incumplimiento» del Gobierno de España.

«Me gustaría no haber hablado del incumplimiento del señor Rajoy, me gustaría haber hablado de que habíamos llegado a tener la financiación justa para la Comunitat Valenciana», afirmó el jefe del Ejecutivo valenciano, al mismo tiempo que, en referencia a los partidos que han criticado que no hace nada al respecto, Puig les dijo que les «agradecería» que vieran lo que hace un hospital público como es La Fe de València.

RECORTE «INTOLERABLE» // Paralelamente a la visita del president y de la responsable de Sanidad, Carmen Montón, a La Fe, la Conselleria de Hacienda denunció un recorte «intolerable» de 353 millones del Gobierno central en la financiación comprometida para la Comunitat para el 2018. Según informaron desde la Generalitat, el Ministerio de Hacienda ha comunicado por carta al Consell los nuevos importes de las entregas a cuenta de los recursos del Sistema de Financiación del ejercicio 2018 y la previsión de la liquidación definitiva de dicho sistema para el año 2016, que es la que se percibirá en julio próximo.

La polémica viene con el nuevo cálculo, que recoge una disminución de 353 millones en la financiación de los valencianos respecto a la previsión hecha en julio por el propio ministerio, mientras que el importe de la liquidación se mantiene inalterable.

En el comunicado, la cartera que lidera Cristóbal Montoro justifica el recorte «dada la actual situación de prórroga del presupuesto de 2017» y añade también que el nuevo cálculo basado en los presupuestos del año pasado será aplicable «a los pagos mensuales de las entregas a cuenta a partir de enero del 2018 en tanto no se disponga de un nuevo presupuesto aprobado para dicho ejercicio».

Además, los nuevos importes suponen un minoración de recursos de la Comunitat en términos de caja para el próximo ejercicio de 269 millones, un

-2,6% en relación al 2017.

PREVISIONES // En las cifras trasladadas inicialmente por el ministerio a finales de julio, la cantidad prevista de entregas a cuenta a los valencianos correspondientes al 2018 fue de 8.699 millones, lo que, unido a una liquidación del 2016 de 1.568 millones, daba una financiación total el próximo año de 10.267.

Para la secretaria Autonómica de Hacienda, Clara Ferrando, la maniobra «supone una nueva vuelta de tuerca para castigar las arcas públicas» y la tilda de «auténtico chantaje».