Pedro Sánchez tiene prisa. Lo reconocen sus colaboradores, lo confirman sus socios y lo ratifican sus acciones. El presidente del Gobierno quiere aprobar los Presupuestos Generales del Estado cuanto antes, mostrar que su coalición con Podemos es sólida y que la legislatura, que nació con el fantasma de la inestabilidad, está aquí para quedarse. Aunque el presidente quiere un mandato de 1.400 días, como ha expresado en diversas ocasiones, ese horizonte es solo una ilusión sin unas cuentas públicas, porque España continúa con las que aprobó el PP en el 2018. Sánchez quiere zanjar ya las dudas. La idea es que entren en vigor antes de que empiece el verano.

Las últimas decisiones del Ejecutivo están encaminadas a preparar el terreno. En su visita a Barcelona, Sánchez consiguió el compromiso del presidente Quim Torra de activar la mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat este mismo mes. Las dudas sobre la conveniencia de convocar ya este polémico organismo, pactado por PSOE y ERC a cambio de la abstención de los republicanos en la investidura, quedaron atrás. Y ayer, durante el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ofreció a las comunidades autónomas rebajar el objetivo de déficit para compensar el impago de 2.500 millones del IVA, buscando así la complicidad de los territorios para los presupuestos.

ERC ha logrado hacer calar en la Moncloa la idea de que sin mesa de diálogo no habrá presupuestos generales, ya que sus votos son imprescindibles. De ahí la importancia de activar la mesa cuanto antes. El Gobierno, de hecho, ya reconoció el pasado martes que adaptará la tramitación presupuestaria al calendario de las elecciones catalanas.

Los comicios lo complican todo, porque Esquerra tendrá mucho más difícil dar su aval en plena competición con JxCat, pero la idea más extendida entre los socialistas es que la cita con las urnas no tendrá lugar hasta después del verano. Es solo una impresión, porque nadie sabe lo que hará Torra, y su inhabilitación lo podría acelerar todo, pero en la Moncloa ya empiezan a trabajar con esa hipótesis. Si las cuentas llegan al Congreso a corto plazo, ERC tendría margen para no vetarlas, porque faltarían meses hasta las elecciones.

Fuentes del PSC explican que han trasmitido a Sánchez que los Presupuestos del Estado deberían estar listos «cuanto antes». Su aprobación, continúan, sería para ellos una buena baza en los comicios, pero también para ERC, porque Sánchez se ha comprometido, según le dijo el jueves a Torra, a que las cuentas cumplan por vez primera con la inversión prevista en el Estatut.