Le llaman Darth Vader, como el hombre que se pasó al lado oscuro de la fuerza en "La Guerra de las Galaxias", y desde hace meses es la llave que permite a la formación ultraderechista Vox entrar hasta la cocina de la Casa Blanca de Donald Trump. Rafael Bardají, sociólogo y politólogo, no rechaza el apodo del villano galáctico. "Me lo pusieron mis enemigos del servicio de inteligencia español. Yo estuve en el ministerio de Defensa durante los gobiernos de Aznar (fue asesor ejecutivo entre 1996 y 2002) y entonces propuse reformar en profundidad lo que ahora es el Centro Nacional de Inteligencia. Algunos no querían cambiarlo y me bautizaron como Darth Vader. Me pareció divertido y desde entonces hay muchas leyendas negras sobre mí", cuenta a EL PERIÓDICO.

No es leyenda, sino realidad, su fluida conexión con los grupos ultras del poder de Estados Unidos. La alt right o la far right, los grupos de pensamiento ultraconservadores, circuitos de influencias, dinero y poder. "Mi campo es la seguridad. Yo tengo amigos en la Casa Blanca desde hace muchos años", explica Bardají, que abrió el Capitolio a José María Aznar y defendió la intervención española en la guerra de Irak.

Desde marzo de este año, Bardají es miembro del Comité Ejecutivo Nacional de Vox, la formación ultraderechista española. Y también es su conexión con el mundo Trump y el gobierno estadounidense. "La última vez que estuve allí fue hace unos diez días. Aporto a Vox lo que puedo ofrecer en contactos y proyecto político", asegura. Entre sus amigos actuales en la Casa Blanca cita dos: "mis interlocutores allí son Jared Kushner (el yerno del presidente) y John Bolton (actual Consejero de Seguridad Nacional)". Bolton fue alto cargo de George W. Bush, y es un halcón en política exterior. Esta semana habló de "liberar Venezuela" y saludó la llegada al poder en Brasil del ultra Jair Bolsonaro.

Temas que sean como imanes

Los dirigentes de Vox no ocultan que Trump es uno de sus inspiradores. Bardají aclara que el partido no ha recibido dinero de los círculos próximos a la Casa Blanca. Pero sí admite que aplican en España algunas de sus recetas electorales. "Karl Rove (el gurú que estuvo detrás de los triunfos de George W.Bush y el resurgimiento de la derecha ultra en Estados Unidos) me decía que en Europa nos equivocamos, que entendemos la política como un teatro. Lo que hicieron ellos, y Trump ha llevado al extremo, es coger temas que sean como polos, como imanes, asuntos que movilizan a grupos distintos de electores. Luego, los ordenan y los ponen en relación entre ellos. Es un poco lo que hemos hecho en Vox: coger como imanes la defensa de la caza, de los toros, de la Semana Santa, de las fuerzas de seguridad...Las nuevas tecnologías y las redes sociales te permiten luego conectar, unir a esa gente movilizada por uno de esos imanes", concluye.

Bardají, que dirige un think thank llamado Grupo de Estudios Estratégicos, asegura que desde la Casa Blanca "tienen ganas de que ese fenómeno que lograron ellos se reproduzca en Europa, que haya nuevos experimentos aquí. Recibí desde Estados Unidos varios mails de madrugada felicitándonos por el éxito de Vox en Andalucía".

El amigo Steve Bannon

Esa madrugada también le felicitó Steve Bannon, amigo suyo desde hace años y gurú del éxito de Trump. "Ya en febrero, cuando Bannon todavía estaba en la Casa Blanca, yo les visité allí y me preguntó por Vox, algo que me sorprendió", afirma Bardají, que asegura que su amigo americano "quiere venir a España ya. Haremos un acto con él, aunque estamos esperando el mejor momento".

Bannon lidera ahora desde Europa "The Movement", para agrupar a la ultraderecha europea. Aunque Bardají no comparte todas las tesis de su amigo. "Es posible un movimiento común que una a Vox con Alternativa por Alemania, el Frente Nacional, la Liga... Tengo mis dudas. Los partidos emergentes son distintos en cada país de la Unión Europea. Bannon lo ve desde el punto de vista norteamericano y a él le gusta cualquier cosa que debilite a la UE".

Penetrar en barrios obreros

Otro plan que Vox ya ha puesto en marcha en muchas ciudades españolas es la "penetración" en barrios humildes. Esta vez, el ejemplo llega de Francia y la formación de Marine Le Pen. "El Frente Nacional se hizo con el voto de la izquierda en barrios obreros que tenían grandes problemas de inmigración. Si miramos las ratios de inmigración ilegal y el voto a Vox en Andalucía: El Ejido, La Mojonera y su mezquita... vemos que hay correlación directa. Estoy convencido de que ese trasvase que se produjo en Francia se va a producir aquí".

Bardají cree que el objetivo de Vox no es convencer a los ricos. "Las élites que viven en barrios bunkerizados de Madrid o Barcelona nos votarán si ellos quieren. Pero esa gente no va a la sanidad pública ni a los colegios públicos, no sufren los colapsos, los recortes. Tenemos que buscar votos donde la gente sufre la fricción social con la inmigración. Buscar a gente que en su barrio tiene colapsada la seguridad, la sanidad pública. Ahí tenemos que hacer penetración social. Ya lo estamos haciendo".

Bardají sigue teniendo buena relación con Aznar, su antiguo jefe. "Él creó un partido donde estaba toda la derecha, una gran tienda para todos. Fue un gran líder, pero ahora la oferta se ha diversificado. Andalucía ha demostrado que la derecha puede crecer de otra manera. Hay que modernizar la forma de entender el mundo de la política, ahora las reglas han cambiado y mi ex jefe en eso se quedó atrás". El último artículo de el Darth Vader de Vox se titula: "El despertar de la fuerza" y en él alienta a poner en marcha la "Reconquista 2.0". Otros hacen ya el trabajo en los barrios y en las redes sociales. Él se mueve en el lado oscuro.