Quisiera agradecer a todas las personas que, a los largo de estos últimos 50 años, pasaron por mi tienda, para cubrir sus necesidades de vestuario. Gentes encantadoras que llenaron mi vida, enriqueciéndola con sus formas de ser; aportándome mucha experiencia, mucho cariño, muchas historias, que me han apoyado y me han dado tanto; de todo lo cual, estoy muy orgullosa, no solo por el largo camino que han hecho conmigo, sino también mostrando su ilusión por las colecciones que traía cada temporada.

Yo fui, y me siento orgullosa, la cuarta tienda de España que trajo la primera colección italiana de moda, que fue Byblos, después de Veritas (Bilbao), D. Miguel (Málaga) y Keti Paniagua (Madrid). Fui también la primera tienda en traer a Castellón a Purificación García, con una magnífica aceptación por todas mis clientas; siguiendo con Moschino, Gianni Versace, GianFranco Ferré, Iceberg, Jenny, Les Copains, Bluemarine, Valentino, Armani, Ermanno Scervino, Emilio Pucci, Etro, Herno, Cavalli, Angelo Marani, Parosh, Manzoni 24 y muchos más.

Yo buscaba que la mujer de Castellón y la provincia se sintiera atractiva con las prendas compradas por mí. Mis esfuerzos fueron orientados a dotarles de un producto de alta calidad, de un gran diseño, de una excelente confección, de una innovación que las hiciera ser más felices y atrevidas, manteniendo la calidad y la elegancia. Yo siempre intenté que mi ropa seleccionada hiciera atractiva a la mujer, con cierto aire rompedor, con colores vivos y alegres. Unas prendas diferentes a lo que había, con una gran dosis de innovación y creatividad, además de una asistencia profesional y personalizada. He huido siempre de prendas conservadoras, de colores neutros y apagados. Mis colecciones deberían ser diferentes, exclusivas y, muchas veces, cuando seleccionaba las prendas en los showrooms, las escogía identificando cada modelo para una clienta determinada, que consideraba que le iría bien. Han sido muchos años de lucha, de mucho trabajo y mucho esfuerzo. Pero todo eso me ha servido para crecer como persona y como profesional, y aprender, aprender…

Mis continuos viajes a París y Milán, la esencia de la moda, han sido años maravillosos. He vivido tantas emociones y tantas sorpresas de ver que sus colecciones, cada año, se superaban en creatividad. Hoy, después de tantos años, guardo gran cariño a todos estos genios del diseño, que fueron capaces de cambiar la moda en el mundo, embelleciendo y favoreciendo a la mujer.

Después de estos 50 años me levanto con tanta ilusión todavía por venir a mi tienda y ver a mis clientas, que en este momento ya van por la tercera generación.

Me acuerdo de todas ellas. A las que llevé para que se hicieran su traje de novia y, cómo no, le tengo un gran cariño a toda esa gente encantadora que compartió conmigo grandes momentos. También me acuerdo de las que ya no están con nosotros y de las que siguen viniendo a verme.

Mil gracias por vuestra confianza, vuestro cariño y vuestros momentos vividos conmigo. Os llevaré siempre en el recuerdo de mi vida, porque sin vosotras hubiera sido imposible llegar a esta celebración.

Fuisteis, sois y seréis siempre estupendas.

Gracias. Muchas gracias por llenar mi vida con un poco de la vuestra.

Carmen López Viñals