La evolución positiva de los fabricantes de recubrimientos cerámicos de la provincia de Castellón ha sido el origen de una pujante y próspera industria esmaltera. Durante las últimas décadas, este subsector se ha convertido en líder internacional y es reconocido en todos los mercados gracias a su probada capacidad de innovación, diseño, calidad, ventas y servicio al cliente.

De este modo, las firmas productoras de esmaltes, fritas y colores cerámicos han ido creciendo en paralelo a la proyección del azulejo castellonense y ante la necesidad de obtener acabados cada vez más diversos y tendentes a un mayor realismo para reproducir fielmente la apariencia de materiales como la madera, el cemento, texturas naturales y textiles, etc.

El incremento en el volumen de negocio y la voluntad de defender los intereses del colectivo originó la fundación en 1977 de la asociación Anffecc, que hoy continúa de máxima vigencia, y que entonces integraron 19 empresas. Durante estos más de 40 años, el número de compañías pertenecientes a esta patronal ha sido cambiante: muchas de ellas siguen en funcionamiento, otras han desaparecido, mientras que otras han sido absorbidas o fusionadas.

Los primeros objetivos de Anffecc fueron negociar convenios colectivos, el etiquetado de los productos para evitar confusiones y las relaciones con otras asociaciones afines. En los años 80, la entidad apoyó la implantación de los planes de estudios superiores inherentes a las necesidades de las industrias de fritas, como el segundo ciclo de Químicas y la creación y desarrollo de la Universitat Jaume I, estudios de ingeniería, etc.

En los 90 creció el interés por los temas medioambientales y se creó en la asociación una Comisión Técnica, formada por expertos para estudiar con detenimiento dichos asuntos. Asimismo Anffecc inició relaciones con otras asociaciones europeas. En estas reuniones se tomaron decisiones conjuntas para velar por los intereses del sector en el entorno de la UE, que desembocaron en la creación de una asociación europea conjunta, Eurocolor, de la que Anffecc es miembro fundador.

Apertura de mercados

El cambio de siglo supuso para muchas de las empresas asociadas a Anffecc una etapa de gran pujanza. El sector comienza a internacionalizarse y a implantarse en otros países, no solo en cuanto a estructura de ventas, sino con plantas productivas. Además, el incremento de la inversión en I+D+i provoca un auge generalizado.

Las empresas azulejeras de todo el mundo reconocen a la industria española de esmaltes como la mejor. Además, el boom de la construcción en España aporta un crecimiento en las ventas y en la producción a nivel nacional, que catapulta todavía más al sector.

Paralelamente, se desarrollan líneas de trabajo e investigación dentro de la asociación para definir, entre otras, las Mejores Técnicas Disponibles (MTD’s), de cara al Bref del Vidrio, o el ambicioso Estudio de clasificación de las fritas cerámicas, presentado ante la Unión Europea, de cara a la legislación europea REACH sobre Registro de sustancias químicas.

Este estudio declaró que la frita es una sustancia en sí misma y que el 95% de las fritas producidas no son peligrosas para la salud humana ni para el medio ambiente, al tratarse de un material vitrificado y, por tanto, inertizado. Ello supuso un importante hito para el sector y para las firmas radicadas en la provincia de Castellón.

Esfuerzo medioambiental

A lo largo de las últimas décadas el sector ha multiplicado su esfuerzo por la protección del entorno y del medio ambiente, hasta el punto de convertirse en un aspecto prioritario. Ello ha llevado a las compañías castellonenses a minimizar o suprimir el uso de ciertas materias primas, y a dedicar grandes recursos a la mejora de las instalaciones y de la eficiencia energética de todos los procesos.

Entre estas actuaciones para la prevención, reducción y control de la contaminación destacan la reducción de las emisiones de partículas a la atmósfera, miniminzación de ruidos, optimización de la calidad del agua o la gestión de residuos.

De hecho, el sector ha sido citado como pionero en eficiencia energética tanto por el Ministerio de Industria como por la Conselleria de Medio Ambiente, en sus estudios de calidad del aire. Además, se han firmado diversos convenios con la Conselleria para unificar criterios, acometer mejoras y garantizar la protección ecológica.

Dentro de la trayectoria de crecimiento generalizado de las fritas y de los esmaltes, a finales de los 2000 llegó uno de los momentos más desfavorables. La crisis económica nacional e internacional golpeó al sector cerámico español, y, con ello, al sector de las fritas, que resiste gracias a la exportación. Algunas empresas asociadas no superaron el bache, aunque la mayoría logró hacerle frente y no dejaron de apostar por la innovación.

La revolución inkjet

De este modo, y en plena crisis, nace un nuevo producto que supone una revolución: las tintas cerámicas para impresión digital inkjet. La sinergia entre las empresas de maquinaria españolas y los colorificios proporciona un nuevo modo de esmaltar que permite ahorrar tiempo y costes y unas posibilidades decorativas hasta ahora nunca vistas.

La rápida expansión de este producto permite a la industria reflotar a pesar de la crisis, y mantener el crecimiento, volviendo a rebasar récords de ventas gracias a la exportación.

Hoy, las empresas castellonenses mantienen su apuesta por el I+D+i. De hecho, han incrementado su actividad productiva y comercial en el ámbito internacional, y mantienen sus bases de fabricación e investigación en España, a pesar de los incrementos de costes, el encarecimiento de la energía y los vaivenes de la política y de la economía internacional, que les afectan directamente. Las fusiones, absorciones y compras por parte de grandes fondos han sido las notas más destacadas del sector en el último lustro.

Los principales receptores hoy de sus productos son España, Italia, India, China, Argelia, Rusia, Marruecos, Turquía, Polonia, Portugal, Alemania, Francia, Egipto, Brasil o Vietnam.

Las cifras de la evolución

La sobresaliente trayectoria de esta industria queda demostrada con la comparativa entre 1982, fecha de las primeras cifras oficiales de Anffecc, y 2018. Si en el primer año el número de trabajadores era de 874, el pasado ejercicio ascendía a 3.900. Especialmente significativo es el volumen de ventas, que en 1982 ascendió a 46 millones de euros y en 2018 consiguió superar los 1.408 millones.

Desde su nacimiento, al frente de Anffecc han ostentado el cargo de presidente Fernando Basco, de G y A Figueroa (en 1978 y entre 1982 y 1986); José María Martí, de Hijos de Martí Donderis (1978-1980); Julio Bonet, de Colorificio Cerámico Bonet (1980-1982); Pablo Baigorri, de Esmalglass (1986-1990); Vicente Bort, de Vidres (1990-1994); Manuel Franch, de Fritta (1994-1998); Federico Michavila, de Torrecid (de 1998-2002); Carlos Gonzalvo, de Vernís (2002-2006); Alfredo González, de Kerafrit (2006-2010); Pablo Baigorri, de Esmalglass-Itaca (2010-2014); Miguel Ángel Michavila, de Alfarben-Grupo Torrecid (2014-2018) y, desde 2018, Joaquín Font de Mora, de Vidres.

Hoy, las empresas de la provincia que conforman Anffecc son Al-farben, Cerfrit, Color Esmalt, Colores Cerámicos, Colores Olucha, Colorobbia, Coloronda, Endeka, Esmaldur, Esmalglass, Esmaltes, Ferro, Fritta, Itaca, Kerafrit, Quimicer, Smalticeram, Torrecid, Vernís y Vidres. También figuran Colores Cerámicos de Tortosa (Tarragone) y Elcom y Prodesco (Valencia).