Diagnosticar la situación de los distintos abrigos rupestres autonómicos, definir estrategias para su conservación y aunar esfuerzos para su difusión. Esos son los tres grandes objetivos que se marca la Conselleria de Cultura con su plan de gestión de arte rupestre de la Comunitat Valenciana, que está reconocido por la Unesco como patrimonio mundial y entre cuyos activos sobresale, entre otros, la Valltorta.

El documento está articulado en tres bloques. El primero corresponde al diagnóstico y en él determinan cuáles son los valores del bien, los proyectos de gestión, su estado jurídico y físico actual, los tipos de intervenciones de las que es objeto, además de presentar un análisis socioeconómico del territorio e identificar cuáles son los grupos de interés, que posteriormente contribuirán a establecer las líneas de actuación.

El segundo se centra en determinar unos objetivos y estrategias concretos y el tercero y último determina las líneas a seguir cara a su protección y la puesta en valor.