Si la música alimenta el alma, quienes participaron de un modo u otro en la jornada final del Maig di Gras de Burriana volvieron a casa con el ánimo reabastecido de vitaminas armónicas y proteínas rítmicas, además de con el orgullo local intacto, porque los protagonistas de las actuaciones eran agrupaciones de la ciudad y, contradiciendo el dicho popular, se puede ser profeta en su tierra con tanta vocación y el público entregado.

Las palabras con las que los organizadores, la Asociación Cultural Soul Explosion, resumen estos días son contundentes y definen lo sucedido estos días: «Ha sido un fin de semana que recordaremos para siempre y que ha supuesto para nosotros la mejor valoración posible de estos cuatro años de Maig di Gras».

Y así solo pueden tener ganas de seguir trabajando en la consolidación de esta oferta cultural tan diversa como enriquecedora para cualquiera que se sienta atraído de algún modo por la música en su faceta más urbana.

No hay nada mejor como sentir que se ha cumplido con los objetivos perseguidos. Y de ese modo lo están viviendo en Soul Explosion: «Queríamos vincular la vida cultural y musical de la ciudad a la celebración de diferentes actos del fin de semana, para así seguir creando esas sinergias que harán que la música no deje de sonar en Burriana». De lo que se desprende que a los vecinos les queda Maig di Gras para rato.