La espera ha valido la pena. Después de nueve años sin poder lidiar en su tierra, por fin Pedro Jovani podrá ver cumplido el que considera su sueño más anhelado, estar anunciado en la Feria de la Magdalena. La última vez que sus novillos pisaron el ruedo del coso del paseo Ribalta fue en 2010, fuera de feria, en un desafío ganadero con la también divisa castellonense de Manuel Beltrán. A dos de los tres novillos se les dio la vuelta al ruedo y desde entonces tuvo que pagar la injusticia de no ver recompensado el éxito de sus pupilos en la plaza.

«Es algo que nunca terminé de comprender. Llegué incluso a debutar antes en Fallas que en mi tierra, pero aquello ya está olvidado y afronto este sueño con mucha ilusión a la vez que responsabilidad», asegura Pedro, propietario de la divisa que ahora lleva el nombre de su hija, Aida Jovani. Le ha llegado su momento y es consciente de que la ganadería está atravesando por una etapa de ascenso, fruto del buen trabajo realizado durante todos estos años, con una selección rigurosa que le ha permitido dotar de mayor regularidad a la vacada. Así lo constatan los triunfos cosechados estas últimas temporadas en una divisa que se cocina a fuego lento y que ya empieza a tener personalidad propia. «Me gusta que el toro transmita y se emocione el espectador, por eso aposté por el encaste Torrestrella, porque es un animal encastado. Pero también debe tener calidad, humillación y duración, son las tres características que más valoro en un toro», detalla.

Un día marcado en rojo

La divisa de Aida Jovani está anunciada el martes 26 de marzo, en la primera de las dos novilladas sin picadores que patrocina la Escuela Taurina de Castellón, y que será estoqueada por seis novilleros, dos de ellos de la tierra, Marcos Andreu y Antoni Villalta. «Lo único que pido es que los chavales se diviertan y que el público de mi tierra tenga la sensación de que he llevado una novillada bien presentada. Eso es lo que me preocupa. La responsabilidad con mi gente pesa mucho, por eso es algo muy bonito pero a la vez se pasa mal. Ya llevo varias noches sin dormir por esa incertidumbre con la que tenemos que convivir los ganaderos», admite. Hay 10 novillos reseñados de tres sementales. «Me gustarían que se lidiasen dos negros, dos burracos y dos colorados», matiza. En la Fonteta, la finca de Sant Mateu, quedan dos becerradas más y dos novilladas picadas para este año que, sin destino aún, tienen muchos interesados debido a la regularidad de esta ganadería. Una divisa con procedencia Jandilla, Torrestrella y Guateles, una amalgama que Pedro Jovani ha logrado imprimirle personalidad y encauzarla por la senda de la bravura. «Espero poco a poco ir subiendo peldaños», concluye.