Según defendía el ínclito escritor Julio Cortázar, «los libros van siendo el único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo». El Ayuntamiento de Castelló y el Gremi de Llibreters han extrapolado un año más esa frase al conjunto de la ciudad y desde ayer al mediodía, vecinos y visitantes pueden encontrar en la plaza Santa Clara una macrolibrería situada al aire libre para su uso y disfrute.

La concejala de Cultura, Verònica Ruiz, fue la encargada de romper el hielo literario e inauguró la nueva edición de la Fira del Llibre, que este año cumple ya su trigésimo quinta puesta en escena. La edila visitó los diferentes estands que componen el recinto, visitó la imponente carpa central que preside el lugar y habló con algunos de los libreros, que comprobaban que todo estaba a punto a la vez que empezaban a recibir al público.

Aficionados o no a la lectura, la feria pone a disposición de los castellonenses un pulmón cultural en el corazón de la ciudad en el que poder ojear y adquirir algún libro, llevar a los peques de la casa a talleres de lo más entretenidos, asistir a la puesta de largo de la nueva publicación del autor que le cautiva o conocer en persona a ese escritor que tanto le apasiona para que pueda dedicarle su ejemplar.

El cartel de actividades está compuesto, entre otras muchas actividades, por 25 presentaciones de libros, 27 talleres, más de 70 autores firmando sus obras y la gran materia prima: 100.000 ejemplares puestos a la venta.

Un canto de sirena para todos los lectores que podrán disfrutar de esta Fira hasta el domingo 5 de mayo. En total son nueve días por delante en los que dejarse contagiar por el magnetismo de las letras.