Veterano del teatro castellonense con 38 años de trayectoria profesional (ha hecho de todo en las artes escénicas, de técnico de Presuntos Implicados a titiritero, de actor a productor). Sobre él recae la responsabilidad de programar y gestionar el Festival de Teatro Clásico de Peñíscola, que en su XIX edición tiene acento cervantino y guiño shakesperiano. Carles Benlliure, el director del festival, no duda en calificar el certamen como “consolidado y de alta calidad”. Buen teatro para el verano en la provincia de Castellón y referencia en el mapa de la geografía de la escena, a imagen y semejanza de Almagro, Olite o Niebla. No duda en subrayar lo complicado que técnicamente es representar en el patio de armas del castillo templario de la ciudad papal, pero el resultado escénico es “mágico y sorprendente para el espectador, teatro bajo la luna y junto al mar”.

--¿Qué representa para la provincia el festival?

--Es uno de los eventos importantes a nivel cultural. Consolidado, con gran historia y en un marco de referencia y espectacular como es el patio de armas. El año pasado hubo lleno completo en cada uno de los espectáculos programados.

--Una convocatoria teatral a imagen y semejanza de los grandes festivales de teatro clásico en España, ¿no?

--Por supuesto, nos hemos puesto a la altura de Almagro y su famoso corral de comedias; Olite, en su castillo; o Niebla. Ofrecemos un teatro de calidad para deleite de los buenos aficionados.

--Una edición, la de este año, con acento cervantino.

--Sí. Hemos querido evocar el 400º aniversario de la muerte de Cervantes con las representaciones de El viejo celoso y Don Quijote, y también con un guiño a Shakespeare, ya que también se celebra los 400 años de su muerte, con Hamlet. Pero no menos importantes serán las puestas en escena de Edipo Rey, de Sófocles; y El pícaro Ruzante, de Beolco, una obra poco representada, pero muy buena.

--Porque, ¿qué valores añadidos tiene el festival de teatro clásico de Peñíscola para sorprender al espectador y a compañías que participan en el certamen? ¿Qué elementos singulares tiene?

--Evidentemente, el escenario, el patio de armas del castillo templario. Tanto compañías como espectadores se quedan prendados del marco, y más con la luna en el cielo y junto al mar. Para los técnicos es también un reto, ya que el acceso a la fortaleza es difícil, pero después el resultado es magnífico. Unas condiciones que hacen de Peñíscola la capital del teatro clásico durante el mes de julio.

--¿Para qué tipo de público es el festival?

--Para aficionados al teatro, tanto turistas como residentes. Pero también para veraneantes que nunca van al teatro y que deciden ver una obra en el castillo en sus vacaciones. H