El coso taurino de Pérez Galdós se encuentra en plena fase de remodelación, a apenas dos meses para el comienzo de la Feria de la Magdalena, aunque fuentes de la propia empresa aseguraban ayer que todo estará listo para la presentación de carteles, que tendrá lugar el 21 de enero y que volverá a celebrarse en el propio ruedo de la plaza, como ya se hiciera el pasado año.

El cambio más significativo y que más positivamente afectará al público asistente es la ampliación de la anchura de los asientos, que pasarán a tener los 50 centímetros que exige la legislación de espectáculos. Esta nueva reestructuración de los asientos supone la pérdida de unas 1.200 localidades, lo que ha obligado a la empresa a rehacer todo el programa informático con el que gestionaba la venta de entradas.

No es la primera vez que la plaza ve mermada su capacidad, ya que con la ampliación de los vomitorios, que paulatinamente se han ido realizando, el aforo también se vio reducido, pero nunca en un número tan elevado. El único vomitorio que quedaba por remodelar, el del tendido uno, también se encuentra en estos momentos en obras.

Este año quedará también completado el cambio de la madera de naya por una con tratamiento ignífugo, que era otra necesidad imperiosa, ya que algunas zonas se encontraban notoriamente deterioradas. Esta nueva obra permitirá la construcción de nuevos palcos, aunque ello no implicará la desaparición de las entradas de naya, que continuarán conservando una parte de este tendido.

Queda pendiente, un año más, el ascensor y las localidades para minusválidos.