El Rototom clausuró anoche la edición del 25 Years walking together, que pasará a formar parte de la historia del festival reggae, que nació en Italia y lleva asentado desde hace casi una década en Benicàssim. El Sunsplash bajó el telón de un completo y variado programa que ha albergado durante siete intensas jornadas un total de 247 shows y 420 horas de espectáculos en los nueve escenarios del festival.

Junto a lo musical, este primer balance arroja 130 actividades entre charlas y debates, proyecciones, talleres, espectáculos de circo, sesiones de baile y un largo etcétera en las áreas culturales como el Foro Social, African Village, Magicomundo, Rototom Circus, entre otras, que han configurado durante toda una semana la vertiente diurna y más familiar del Rototom Sunsplash.

Una semana en la que ha reinado también el público internacional e intergeneracional que ha arropado este aniversario, en el que «la convivencia y el ambiente de familia han vuelto a ser la norma y lo que nos identifica», según señalaron ayer desde la organización del certamen.

CIERRE MUSICAL DE LUJO

En el plano musical, la de ayer, la última jornada del macroevento, arrancó en el Main Stage con un homenaje a la época de oro del roots jamaicano a través de las armonías vocales de The Mighty Diamonds, inspiradas en la tradición soul americano, combinada con la conciencia rasta de la música jamaicana y acompañada por el ritmo del rockers style. Después, en representación de Jamaica, el público pudo disfrutar del directo de Konshens, acompañado de los franceses Dub Akom, dando lo mejor de sí a través de los sonidos más modernos influenciados por la black music estadounidense.

A continuación fue el turno de Alika&The Same Song Band; y al cierre de este diario estaba prevista la actuación de Tarrus Riley, que llegó acompañado al saxo por su mentor, Dean Fraser, además de la Black Soil Band (Jamaica). Hijo del gran cantante Jimmy Riley, su actitud genuina, su capacidad como autor y la inteligencia de sus letras le han convertido en un gurú musical, tras su triunfo en el 2006 con Parables, que contiene el megahit She’s royal, una oda a la mujer jamaicana.

Después seguía el programa en el escenario principal con los franceses Vanupié, para dar paso a la banda más esperada de la jornada con el Caribe como epicentro. Fueron muchos los que asistieron especialmente ayer al Rototom para escuchar en directo el son cubano de los referentes del hip hop Orishas, con su magistral uso de los ritmos de la tradición afrocubana.

La banda, formada en 1999 con el nombre de Amenaza, fue una de las primeras en trasponer la filosofía hip hop en la isla de la revolución. Su magistral uso de los ritmos de la tradición afrocubana, algo inusual para un grupo de rap, consiguió cautivar al público de todo el mundo y, de hecho, con su debut con el cedé A lo cubano (2000) consiguieron un grandísimo éxito. Tras una década de silencio, este año publicaron su quinto trabajo, Gourmet.

En la Dancehall destacaba el encuentro entre Freddie Krueger y ZJ Liquid, mientras que en la Dub el sound residente Blackboard Jungle estaba acompañado de las vices de Barry Isaacs y Don Fe, entre otras propuestas.

En las siete jornadas de conciertos han destacado los directos de Juju (Julian) Marley, Ben Harper, Jimmy Cliff, The Skatalites, Morodo, David Rodigan&The Outlook Orchestra, Alborosie, Green Valley y el show especial Italian Reggae All Stars, recordando los orígenes del festival en Italia con algunos artistas destacados.