Para los melómanos más consumados, pero también para un público más profano. En un ambiente de espiritualidad y sosiego para deleite de los sentidos.

La iglesia conventual de la Transverberación de Santa Teresa de los Carmelitas en el Desert de les Palmes volverá a ser escenario a partir de la semana que viene del ciclo La Soledad sonora que, en su XX edición, se convertirá en el epicentro de los mejores y más exquisitos sonidos para la elevación del alma.

Un serial que arranca el día 24 con la actuación de Esteban Algora y Horacio Curti y su espectáculo Neiro. Música japonesa con el timbre del shakuhachi (flauta de bambú) y del acordeón.

El día 25, desde València, llega el Coro Neovocalis, con sus propuestas originales e innovadoras, encaminadas al estudio e interpretación de la música coral del siglo XX y contemporánea.

Ofrecerán su espectáculo Mercy and Love. Otro de los conciertos, el día 26, estará a cargo de los castellonenses L’Estança Harmònica, formación musical vocal e instrumental con vocación de recrear fundamentalmente música de los siglos XVII y XVIII con criterios historicistas. Exultate es el pentagrama a interpretar por la agrupación en un compendio de música barroca y renacentista.

Por último, Axivil, con Como rosa entre espinas, y el dúo Piano Canto, clausurarán el festival el día 28. Todas las audiciones serán a las 20.00 horas.