Quienes puedan ocupar alguna de las 120 sillas que se colocarán en el interior del Museu d’Història de Nules para asistir a la representación teatral programada para esta tarde-noche en doble sesión gratuita --a las 20.00 y las 22.00 horas-- sentirán sin matices y a pocos metros la intensidad del dolor de una madre.

Esas 240 personas comprobarán cómo Pepa Miralles se meterá en la piel de María, madre de Jesucristo, en una interpretación intensa, sobrecogedora y sincera de cómo vivió el camino que lo llevó a su pasión y muerte.

A partir de la novela El Testamento de María, de Colm Tóibín, el actor de Nules Jordi Ballester ha realizado una adaptación dramática que relata las vivencias de María, no como un personaje divino, sino humano, frente a los acontecimientos que se suceden desde que su hijo abandonó el hogar familiar, siguiendo, «desde el respeto» y la fidelidad, los distintos hechos bíblicos, como las Bodas de Caná, la muerte de Lázaro o la misma crucifixión.

«Nunca nos la han contado desde un prisma personal y humano», y eso es lo que persigue este texto. Ballester, que reconoce sentir una debilidad personal por las historias que relacionan a madres con hijos, quería lograr que ese mensaje llegara al público de la manera en la que sucederá en el interior del Museu d’Història, junto a la Capella de la Sang. «No es una obra para grandes teatros» y por eso, cuando los concejales de Cultura y Museus, Mª José Esteban y Guillermo Latorre, le propusieron aprovechar este espacio referencial de Nules, no lo dudó.

En su primera experiencia como autor del texto adaptado y director, Ballester afirma que está siendo «muy intensa». «Solo estamos Pepa y yo, ella en el escenario y yo detrás, y eso es maravilloso», dice. Tanto, como comprobar cómo conectará el mensaje con unos espectadores que no podrán abstraerse de la realidad del dolor primigenio representado.

El actor y ahora director de Nules --que empieza una gira con una obra que se ha representado en la sala Off de València, la Mostra d’Alcoi y la sala Micalet, también de València-- asegura que el proyecto le interesó porque «está cargado de emociones y las emociones unen», subraya.