Hollywood no es el único frutero con manzanas podridas. Depredadores sexuales como el productor Harvey Weinstein llevan tiempo campando a sus anchas y no solo en el cine. Una investigación de The New York Times (NYT) acaba de destapar toneladas de basura machista en el seno de Victoria’s Secret, la firma de lencería que durante décadas «definió la feminidad para millones de mujeres» con sus espigados ángeles.

Ahora que el dueño de la firma, Leslie Wexner, de 82 años, planea retirarse y vender su compañía llega este escándalo en el que varias tops señalan a Ed Razek, durante décadas y hasta agosto ejecutivo de L Brands -matriz de Victoria’s Secret- de tener durante años «una actitud inapropiada» con modelos, es decir, manosearlas, acosarlas, hostigarlas, pedir que le besaran o que se sentaran en sus rodillas.

NYT ha tirado de la manta con este reportaje con entrevistas con más de 30 ejecutivos, empleados, contratistas y modelos. El artículo cita, además, documentos judiciales. Razek, de 71 años, el mismo que se negó a que desfilaran mujeres plus size, trans o cualquiera que no se ajustara al canon de belleza de la marca, «presidió una cultura arraigada en la misoginia, el acoso y el hostigamiento».

El directivo, que se ocupó de los cástings de los ángeles en los últimos 15 años, dimitió el pasado agosto después de que Victoria’s Secret incorporase a su nómina a la modelo brasileña transgénero Valentina Sampaio. «Intentó besar a las modelos. Les pedía que se sentaran en su regazo. Se tocaba la entrepierna antes del desfile», enumera NYT, que afirma que varios ejecutivos alertaron a Wexner de la conducta de su adjunto. Pero no sirvió de nada.

Además, algunas modelos que se quejaron sufrieron represalias. Una de las ellas fue Bella Hadid. Su caso acabó con una denuncia por acoso sexual e intimidación contra Razek, según The New York Times.

A Hadid, de 23 años, le tomaban medidas en ropa interior para unas fotos, mientras Razek, sentado en un sofá, soltó: «Olvida las bragas». También hizo comentarios sobre los «senos perfectos». A otra modelo, presuntamente, también le tocó la entrepierna. De la misma forma, la top canadiense Andi Muise ha contado al diario que Victoria’s Secret la dejó de contratar después de que rechazara las insinuaciones de Razek. En el reportaje se describe que este ambiente misógino se estableció desde arriba: Razek era visto como el representante directo de Wexner, se le veía como «invencible». Además, el propio Wexner solía hablar de las mujeres «de una manera degradante».

En un correo electrónico al diario, Razek dice que las acusaciones del reportaje «son categóricamente falsas, mal interpretadas y fuera de contexto».