Sara Carbonero ha sido nombrada embajadora de Unicef, como reconocimiento a su «trayectoria a favor de la infancia, reforzando de esta forma su compromiso con los niños y niñas más vulnerables del mundo».

La periodista ha afirmado que es «un honor y una responsabilidad enorme» convertirse en embajadora de la organización y se confesó «muy emocionada y feliz de poder seguir defendiendo activamente los derechos de los niños».

«He sido testigo de cómo la ayuda llega y transforma la vida de los niños», precisó, en referencia a su visita a Senegal en 2017, cuando pudo estar con ellos, hablar con sus padres y con el personal de Unicef, cuyas historias, afirmó, le «conmovieron». «Tengo el empeño de seguir movilizando a muchas personas para que ningún niño se quede atrás, para que todos tengan oportunidades y una vida digna», subrayó.

Carbonero empezó a colaborar con Unicef a principios del 2017, cuando dio apoyo a la campaña #CierraUNICEF, y unos meses después viajó a Senegal para conocer a los niños y familias que la organización apoya a través de sus programas de salud, supervivencia infantil y protección.

Desde entonces, ha mantenido una labor continua en la defensa de los derechos de la infancia animando a sus seguidores a dar apoyo a los niños y a unirse a Unicef, ha realizado llamamientos de ayuda en situaciones de emergencia, y ha tenido presentes a los niños afectados por el conflicto de Siria, a los niños rohingya refugiados en Bangladesh, a los niños y familias que conoció en Senegal y recientemente a los niños afectados por el conflicto de Yemen.

Según la citada organización, Carbonero también ha «alzado su voz» contra el bullying y se ha implicado en campañas como Un nombre, una vida y Por todos mis compañeros.

El director ejecutivo de Unicef Comité Español, Javier Martos, se ha mostrado «muy agradecido al apoyo constante de Sara, a su compromiso sincero, a su sensibilidad con la infancia y a su implicación activa».

Unicef tiene como objetivo promover los derechos y el bienestar de todos los niños. La asociación trabaja en 190 países y quiere transformar este compromiso en acciones prácticas. Sobretodo quiere centrar su labor en los niños más vulnerables y excluidos, de la sociedad.