Son sólo 162, pero al final sumarán entre 5.000 y 10.000, según la ONU. Se trata de los primeros emigrantes y refugiados africanos que, en vísperas de Navidad, no han tenido que pagar una patera para atravesar arriesgadamente el Meditterráneo desde Libia, sino que han viajado en dos aviones militares C130 que han aterrizado la noche del viernes en el aeropuerto de Pratica di Mare, a las puertas de Roma. “Un día histórico”, ha celebrado Marco Minniti, ministro del Interior italiano. En el estreno del primer “pasillo humanitario legal”, ha intervenido también la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), que se hará cargo de los recién llegados en instalaciones de 16 diócesis del país. “Es una bellisima víspera de Navidad”, ha comentado Gualtiero Bassetti, presidente de los obispos.

Los primeros afortunados han sido seleccionados por el ACNUR, la agencia de la ONU para refugiados, en uno de los centros de retención para emigrantes irregulares que hay en Tripoli, capital libia. “Hemos visitado 995 veces los campos de acogida (de Libia) y hemos conseguido poner en libertad a 1.200 personas”, ha explicado Roberto Mignone, responsable de la agencia en la capital del país magrebí. Según ha afirmado, en el 2018 se logrará “evacuar a entre 5.000 y 10.000 personas, que se encuentran en condiciones de fragilidad especial”.

A los 162 inmigrantes se las ha concedido la protección internacional -distinta del estatus de refugiado- y serán insertados en proyectos de integración en el país. “Hemos conseguido salvar a mujeres y niños, sustrayéndoles a los traficantes de seres humanos”, ha dicho el ministro Minniti, inspirador de la normativa que ha alejado del Canal de Sicilia a todos los barcos de las oenegés y ha permitido entrar en escena a la guardia costera libia que intenta impedir la salida de las barcazas. Para el ministro italiano se trata solo "del comienzo”. "Seguiremos trabajando con el ACNUR de acuerdo con el principio que siempre hemos defendido: combatir la ilegalidad para construir una verdadera legalidad”.

OPERACIÓN DE ENVERGADURA

La idea de los “pasillos humanitarios legales” fue lanzada y puesta en marcha por primera vez (2015) por la Comunidad de San Egidio de Roma, junto con una de las iglesias protestantes. La institución ha sido definida alguna vez como el “ministerio oficioso de exteriores del Vaticano”, lo que constituye una garantía para las autoridades civiles. Desde 2015 han llevado a Italia más de mil personas y recientemente Francia también ha recibido alguno de estos vuelos. En la noche de este viernes llegó también un primer vuelo de emigrantes a Bélgica.

Italia está protagonizando, con la ayuda de algunos países de la UE, de EEUU y de la ONU, una operación de envergadura en una Libia dividida en dos gobiernos, dos parlamentos y decenas de milicias armadas que a veces colaboran y otras luchan en sí. La operación abarca aspectos militares, diplomáticos, médicos, sociales y humanitarios, con el objetivo de estabilizar el país después de la desaparición violenta de Muamar Gadafi en el 2011.