Al menos 41 personas murieron y 84 resultaron heridas ayer en un atentado suicida en Kabul (Afganistán) dentro de un centro cultural chií, situado en un edificio que también alberga las oficinas de una agencia de noticias afgana y una mezquita. El atentado, reivindicado por el Estado Islámico (EI), se produjo cuando numerosos estudiantes asistían a una conferencia, y culmina un sangriento 2017 en la capital afgana.

La explosión en el interior de la madrasa se produjo por la mañana en el área de Qala-e-Nazer, en el oeste de Kabul, cuando un insurgente detonó los explosivos que llevaba encima mientras se celebraba un seminario. Según un portavoz del Ministerio de Salud Pública afgano, Wahid Majruh, entre las víctimas mortales hay cuatro mujeres y dos niños. La mayoría de los heridos sufren graves quemaduras y cinco de ellos están en estado crítico.