Francia apuesta por el teletrabajo, al menos hasta el verano, para garantizar el éxito de la desescalada paulatina que se iniciará a partir del 11 de mayo si las cifras epidémicas lo permiten. Cuando la actividad económica sea presencial, las empresas deberán respetar un estricto protocolo sanitario y calcular un mínimo de cuatro metros cuadrados por trabajador, según explicó ayer la ministra de Trabajo, Muriel Pénicaud, en France Info. Se primarán las entradas escalonadas y el trabajo por turnos. Además, se sugiere limpiar regularmente pasamanos de escaleras o marcar en el suelo líneas de separación en sitios propicios a la charla. Las empresas no podrán hacer campañas generalizadas para diagnosticar la infección por covid-19 y los empleados pueden negarse a que se les tome la temperatura.

El Senado francés rechazó ayer el plan del Gobierno que presentó el primer ministro, Edouard Philippe. En una votación simbólica, ya que el resultado no es vinculante y el Gobierno podrá seguir con su plan, la Cámara Alta rechazó el plan por 89 votos en contra y 81 a favor, y 174 abstenciones. La medida más controvertida es la vuelta a las aulas el próximo lunes, que será gradual y empezando por los más pequeños.