«Miami es Venezuela pero también es Latinoamérica». El diputado Juan Guaidó encontró la síntesis perfecta de su programa político en una de las ciudades más hispano parlantes de Estados Unidos. Reconocido por Washington y otros 54 Gobiernos como «presidente encargado» de su país, Guaidó espera reunirse con Donald Trump y recibir de su administración un respaldo más determinante que permita forzar la salida del Palacio de Miraflores de Nicolás Maduro. El legislador opositor volvió a sugerir una solución militar al conflicto venezolano. «Tenemos que evaluar todas las opciones, privilegiando siempre las que nos lleven en el corto plazo a un desenlace de la situación», dijo Guaidó al The Miami Herald y aseguró que el tiempo apremia porque en Venezuela tiene lugar una guerra silenciosa. Guaidó reconoció que se trata de una medida «polémica» pero el horizonte de una eventual intervención «está sobre la mesa». Lo que ocurre en Venezuela, añadió, solo puede ser comparado con Siria, Irán, el caso de Myanmar, Sudán del Sur o Yemen.

El círculo político del «presidente encargado» busca al menos que el Departamento de Estado dé un paso audaz y declare que Maduro está al frente de una organización terrorista que fomenta el narcotráfico, el negocio minero ilegal y la guerrilla colombiana del ELN. «El mundo debe entender que este es un problema global», dijo Iván Simonovis, el Comisionado de Seguridad de Guaidó, residente en EEUU.

Miami ha sido por décadas el bastión del anticastrismo. En las inmediaciones del aeropuerto, Guaidó se propuso ayer desplegar su hoja de ruta para el 2020 y revitalizar las expectativas de los venezolanos que rechazan a Maduro y perdieron las ilusiones de un cambio inminente. «Cese de la usurpación, Gobierno de transición y elecciones libres», proclamó el diputado el 23 de enero del 2019. Con el correr de los meses, esa consigna, alguna vez gritada por una multitud, se convirtió en un murmullo pesimista.

Guaidó aterrizó en Miami después de sufrir divisiones en su bloque parlamentario, al punto de que el diputado Luis Parra se proclamó presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento). La visita a EEUU ha sido precedida por una breve gira por Canadá y Europa durante la cual Guaidó se reunió con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el premier inglés, Boris Johnson, y el mandatario francés, Emmanuel Macron. En España fue recibido por la ministra de Exteriores, Arancha González Laya. La falta de una fotografía conjunta con Pedro Sánchez ha provocado fastidio en el antimadurismo. Por eso, en el entorno de Guaidó esperan coronar el viaje con un encuentro con Trump.

Antes de llegar a Miami, el jefe del Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos, Craig Faller, sostuvo que «las democracias del mundo buscan una forma de conseguirle al pueblo venezolano lo que se merece: libertad y prosperidad». Si eso no ha ocurrido todavía es porque «Rusia, Cuba y China apuntalan la dictadura ilegítima».

Derechos Humanos

El ministro de Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, aseguró que no está autorizada la presencia en Caracas de una comitiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que Guaidó invitó «como Gobierno legítimo» e integrante «oficial» de la Organización de Estados Americanos (OEA). Arreaza reiteró que Venezuela ya no es miembro de ese organismo continental. Por lo tanto, «no ha invitado o aceptado visita de delegación alguna de la CIDH». La Comisión acaba de denunciar las sistemáticas violaciones a los derechos humanos por parte del Estado chileno durante las protestas que estallaron a finales de octubre en ese país sudamericano.