Un petrolero iraní fue atacado ayer a unos 100 kilómetros de la ciudad saudí de Yeda, «desde un lugar cercano de su corredor de paso en el este del Mar Rojo», según informó el Gobierno iraní. La Compañía Nacional de Petróleo de Irán (CNPI) indicó que el barco sufrió dos explosiones. Medios de comunicación oficiales de Irán informaron de que dos misiles causaron las deflagraciones, que se registraron a las 5 y las 5.30 de la mañana (hora local). «Toda la tripulación del barco está bien y el barco está estable, no hay incendios a bordo», señaló la CNPI contradiciendo diversas informaciones que hablaban de incendios en la nave. El portavoz del ministerio de Exteriores iraní, Abas Musaví, aseguró que la situación del petrolero está bajo control y que «las investigaciones sobre los detalles y los autores de este movimiento peligroso continúan», según informó la agencia oficial iraní de noticias IRNA. «En los últimos meses, se han llevado a cabo otros actos de sabotaje contra petroleros iranís en el Mar Rojo (...) Todas las responsabilidades (...) incluida la contaminación ambiental en la región, recaen en quienes están detrás de esta peligrosa aventura», señaló Musaví. El ataque al petrolero, operado por la CNPI y denominado «Sabiti», provocó el vertido de crudo en el Mar Rojo.

En los últimos meses se han producido varios ataques contra infraestructuras petroleras en el Golfo que han disparado la tensión en la zona. EEUU acusó a Irán de estos sabotajes en el Estrecho de Ormuz, en junio y julio, pero Teherán lo niega.

Las relaciones entre Teherán y Washington se han deteriorado desde que el año pasado EEUU se retiró del pacto sobre el programa nuclear iraní e impuso nuevas sanciones a Irán. El ataque de ayer hizo subir el precio del crudo Brent, de referencia en Europa, que ha sobrepasó los 60 dólares el barril.