Muchos tenemos un vago recuerdo de aquel martes 3 de abril de 1979, día laborable que inició el camino de la reivindicación del municipalismo en España. Unos meses antes, España despertaba a la concordia, pasaba del blanco-negro al color y ansiaba libertad. Apenas unos meses antes se había votado la Constitución Española con la esperanza de abrir las puertas a un futuro pleno y en libertad.

Con las primeras elecciones democráticas los españoles tenían oportunidad, tras 48 años, de elegir a sus alcaldes y concejales. Y no defraudaron. 16.6 millones de electores estaban llamados a acudir a una nueva convocatoria de las urnas y, en algo más de 8.000 municipios se eligieron a los 8.000 alcaldes, 104 alcaldesas y 70.000 concejales. Entre ellos estuvo Domingo Tárrega Bernal, el primer alcalde electo de la democracia en Benicàssim, que lo fue con 714 votos sobre los cerca de 2.000 emitidos, por los algo más de 4.000 habitantes que entonces tenía Benicàssim.

Hoy, 40 años después, ya nadie cuestiona la importancia y el papel que los Ayuntamientos han jugado en el desarrollo social, económico y el progreso de España, contribuyendo a mejorar la sociedad, siendo verdaderas escuelas de democracia, de convivencia y de respeto a la pluralidad. También han contribuido de manera decisiva al posicionamiento y reivindicación de lo cercano, de lo local; porque somos la institución y la administración más próxima al ciudadano y, en muchos casos, tenemos la suerte de conocer a nuestro vecinos. Hoy por hoy, los Ayuntamientos con imprescindibles para afrontar los retos y dibujar el futuro de nuestros municipios, de nuestros vecinos.

Y al frente siempre han estado Alcaldes y Concejales valientes que han sabido estar a la vanguardia, exigiendo para sus pueblos infraestructuras que apuesten por el desarrollo y avance de su tierra y de cada una de sus gentes, favoreciendo de manera decisiva al crecimiento y reivindicando para que lo local, entre a formar parte indiscutible de las agendas autonómica, nacional y también europea.

Hoy, mi homenaje va por todos y cada unos de los alcaldes y concejales benicenses que me precedieron en esta noble tarea de gobernar nuestro querido Benicàssim. Gracias a la democracia, todos hemos podido aportar nuestro trabajo, esfuerzo y dedicación para lograr, 40 años sumando.

*Alcaldesa de Benicàssim