Querido lector:

La construcción del tercer carril del corredor mediterráneo que, entre otras cuestiones, permitirá el AVE entre Castellón y Valencia, nos está situando en pleno siglo XIX o en la España de Berlanga en vez de en el XXI. Tal es el despropósito de unas obras que debían haber acabado con el año 2015, pero que van a continuar sine die durante el 2016 con el consiguiente calvario, especialmente para los usuarios de Cercanías.

Y lo peor de todo es que a cada pregunta a Fomento, a cada reunión del ministerio con empresarios o con instituciones interesadas o implicadas, se produce una nueva fecha de finalización, un nuevo cambio en los planes de las obras o una nueva comunicación de retrasos o de incumplimientos de las medidas paliativas de la afectación de la construcción en marcha.

Es evidentísima la imperativa necesidad económica y social de la construcción del corredor mediterráneo para los castellonenses debido al colapso actual para los tráficos de mercancías, de cercanías, de largo recorrido y de la próxima alta velocidad con las vías existentes. También todos los estamentos económicos y sociales de Castellón ven, por supuesto, positiva la conexión de Castellón mediante AVE por las consecuencias beneficiosas que va a suponer. Pero también todo el mundo sabemos que el tramo entre Castellón y Valencia es especialmente conflictivo por ese intenso tráfico concentrado en 70 kilómetros y que por tanto era necesaria una buena planificación de obras y de plazos a fin de que la afectación a personas y empresas fuera la menor posible.

Pero no. Los dispositivos montados por Fomento han sido un rotundo fracaso. La reducción de servicios y los constantes incidentes provocados por las obras, así como los incumplimientos escandalosos en el ritmo y plazos de las mismas, han provocado tal malestar, totalmente justificado, entre la población y entre las empresas que debería obligar a la ministra Pastor a dar explicaciones inmediatas, a acelerar de forma urgente la solución y si no es así, a que fuera sustituida de inmediato por responsables más competentes.