Esta semana Castelló ha sufrido un brote de covid-19. Un recordatorio de que aún no hemos ganado la batalla al virus. Pese a que hemos recuperado una cierta normalidad en nuestro día a día, no hemos de bajar la guardia, y debemos tener más presente que nunca las medidas sanitarias de protección de la salud. El uso de mascarillas, la distancia interpersonal y las normas de higiene son las barreras que nos protegen.

Desde el inicio del estado de alarma, he reiterado el orgullo que me producía la actitud ejemplar de la inmensa mayoría de la ciudadanía castellonense, que ha cumplido con esfuerzo y sacrificio el confinamiento y las restricciones de movilidad. Ahora podemos celebrar con los nuestros todo aquello que durante meses nos ha sido imposible, hemos retomado la actividad presencial en muchos ámbitos laborales y gozamos de libertad de movimientos, pero no debemos perder de vista que la protección de la salud es una responsabilidad individual y colectiva, y que si damos pasos atrás estaremos echando por la borda el esfuerzo ingente que la ciudadanía en su conjunto, y muy especialmente los sanitarios --trabajando sin descanso para cuidarnos-- han hecho desde hace tres meses.

El Ayuntamiento de Castelló, desde el inicio de la emergencia, presta toda su colaboración a las autoridades sanitarias para contener la pandemia. Lo hicimos con la puesta en marcha del hospital de campaña, facilitando su instalación en la ciudad. Seguimos repartiendo mascarillas a personas en situación de vulnerabilidad, y hemos puesto todos los mecanismos necesarios, en materia de seguridad y bienestar social para velar por el cumplimiento de las medidas sanitarias y atender, paralelamente las necesidades derivadas de la emergencia.

El reto que seguimos teniendo por delante requiere una actuación conjunta entre instituciones y también que los ayuntamientos, que trabajan a pie de calle contra la pandemia, cuenten con todas las herramientas posibles para hacer frente a la situación con la que nos enfrentamos en nuestros municipios.

Los ayuntamientos tienen un papel fundamental en la gestión de la crisis, y necesitan recursos suficientes, información y colaboración del resto de administraciones para desplegar todos los servicios públicos necesarios que ayuden a mitigar los efectos de la emergencia. Son un pilar básico sobre el que se sostiene el bienestar de la ciudadanía y un motor para las economías locales, en la medida en que su acción repercute muy directamente en la vida de las personas.

En Castelló se han puesto todos los recursos a disposición de esta crisis, y ahora que estamos en la Nueva Normalidad hemos adecuado la ciudad a una situación inédita con actuaciones excepcionales para retomar la actividad con las máximas garantías de protección de la salud. Desinfección de espacios públicos, puesta en marcha del mercado del lunes con una adecuación especial, acondicionamiento de las playas, peatonalización de calles… Todos esos esfuerzos por conciliar la vida diaria con la situación sanitaria serían en vano si no contáramos con la colaboración de la ciudadanía. Sigamos por la senda de la responsabilidad y la cautela, por el interés de todos y todas.

*Alcaldesa de Castelló