El pasado jueves pudimos ver al Ayuntamiento de Castellón, a la Cofradía de Pescadores Sant Pere del Grau y a Ashocas presentando las primeras jornadas del boquerón de la lonja. Mary Ribera , Manu Peña y Álvaro Amores se fotografiaron en el puerto pesquero junto al cartel de estas jornadas, realizando una encomiable labor de defensa del producto de proximidad.

Ribera lo hizo muy bien durante los cinco años que estuvo al frente Sanidad, Gente Mayor y Consumo. Y no dudo que ahora, habiendo asumido la tenencia de alcaldía del Grao y la agenda social seguirá por ese camino, discreto y eficaz, de trabajo bien hecho.

Amores, por su parte, defiende a los asociados de Ashocas a capa y espada. Se bate el cobre por los restauradores de Castellón donde y cuando hace falta. Y Peña, volcado con la Cofradía, es un profesional que hace del sacrificio y el compromiso su bandera.

La casualidad, o quizá la causalidad, ha querido que los tres sean graueros. La casualidad, o tal vez la causalidad, los ha juntado para promover el Grao. Cada uno desde su campo de trabajo. Cada uno haciendo lo que mejor sabe hacer. Da gusto ver cómo no todo está perdido.

Frente a quienes solo buscan la confrontación, todavía hay quien apuesta por el trabajo en equipo. Ante aquellos que solo quieren destruir, todavía hay quien apuesta por construir. H

*Escritor