Querido lector:

Las fiestas de la Magdalena 2016 han sido las primeras para la actual Junta y las primeras para el nuevo Ayuntamiento. Del mismo modo, han sido las fiestas que más aprisa se han organizado debido a la tardía elección de la Junta a mediados de octubre y las fiestas que más dificultades de organización han registrado por esa premura de tiempo y por los cambios prometidos en el sistema de organización, con más mecanismos de transparencia fruto de las promesas electorales de ambas partes, tanto de Junta como del equipo de gobierno municipal, con unos papeles definidos: la organización a cargo de la Junta y la fiscalización a cargo del Patronato municipal. Y además, han sido las fiestas del inicio de la renovación con los primeros cambios después de varios ejercicios de inmovilismo.

La inexperiencia, la premura de tiempo, las nuevas autoexigencias de transparencia y control, las novedades... provocaron, claro está, dificultades. Por ejemplo: a pocas semanas dimitía la edil responsable de Fiestas y se nombraba a otra responsable; la contratación de espectáculos, eventos, grupos, infraestructuras, etc. se ralentizó al máximo a pocas fechas del inicio; no se nombró un funcionario fiscalizador de las cuentas ni de los procedimientos hasta las puertas mismas de las fiestas; las normativas urbanas y municipales se quisieron aplicar tan a rajatabla que los colectivos festeros (collas, gaiatas, empresas...) no lo llegaban a entender; hubo constantes tiranteces entre Ayuntamiento y Junta, o entre miembros de la propia Junta... y así un sinfín de cuestiones... que luego han traído lodos. Unas veces, las más, interesados tanto a nivel político como mediático. Y otros lógicos como los desajustes contables, que también se han querido politizar.

Y aún así, las fiestas salieron magníficas. Y según se vio este martes, tras varios meses, por fin se ha dado el primer paso para descontaminarlas de la política y de lo personal y encaminarlas al trabajo conjunto. A ver si hoy en el pleno continúa la buena voluntad porque, sin duda, será lo mejor para la ciudad.