Convertir una institución que velaba por los intereses, el futuro y las oportunidades de Castellón en un mero cajero de Ximo Puig y de sus socios independentistas de Compromís. Eso es lo que reflejan las políticas arbitrarias del bipartito de la Diputación y cuyo fin es beneficiar a los intereses políticos y personales de unos pocos y, siempre que se pueda, perjudicar a municipios gobernados por el Partido Popular.

Ahora mismo, su última decisión deja muy claras sus intenciones: la Diputación sólo financiará los equipos base de atención social a municipios de menos de 6.000 habitantes. Una decisión que esconde varias decisiones políticas del PSOE y Compromís. La primera es que la Generalitat de Puig y Oltra han delegado la responsabilidad de pagar este servicio a los pueblos en la Diputación. La institución que gobierna Martí se convierte, de nuevo, en el cajero de Ximo Puig, disminuyendo el dinero destinado a inversiones y promoción económica.

Como Puig y Oltra deben millones de euros a todo el mundo, endosan el pago a la Diputación. Y el PSOE y Compromís encima optan por castigar a los pueblos: en lugar de pagar el 100% como hasta ahora solo lo harán del 90%. Es decir, los municipios son los que acaban pagando la mala gestión de esta izquierda que sube impuestos mientras baja servicios. No nos podemos olvidar que estamos hablando de servicios sociales, aquello a lo que los ayuntamientos no pueden renunciar de ningún modo para no dejar abandonados a aquellos que lo necesitan.

La decisiones arbitrarias y sectarias no acaba ahí: al tener que pagar algo que no les corresponde, intentan manipular y engañar. Y han decidido fijar en 6.000, no en 5.000 ó 10.000, el número de habitantes de los municipios que recibirán la ayuda. Un baremo nunca utilizado hasta ahora y cuyo único objetivo es incluir a pueblos del PSOE y Compromís: Betxí, Almenara, Torreblanca o Borriol y excluir, de paso a localidades como Moncofa, Segorbe, Alcalà o Peñiscola.

Es decir: perjudicar de forma sectaria a los municipios cuyos alcaldes son del PP. Esa es la nueva forma de hacer política: ser sumisos con Puig y Oltra y tapar sus mala gestión y, a la vez, llevar el sectarismo a niveles históricos. Han pervertido la voluntad de los vecinos de Castellón y están poniendo la institución al servicio de sus intereses partidistas.

Mientras todo sucede, el PP vamos a multiplicar nuestra defensa de Castellón, de las 135 identidades que conforman nuestro territorio. Porque estamos orgullosos de Castellón, de nuestro futuro y de trabajar generar oportunidades de riqueza y bienestar que lleguen a todo el territorio y a todas las personas.

*Diputado provincial por el PPCS